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La Batalla de Stalingrado

Publicado por María Celia

La Batalla de Stalingrado tuvo lugar entre los meses de junio 1942 y febrero de 1943 en el marco de la Segunda Guerra Mundial. En dicho combate se enfrentaron las fuerzas alemanas y soviéticas por la ciudad de Stalingrado (actual Volvogrado). stalingrad_5

El objetivo de Alemania era alcanzar la dominación de los países del Este, en particular, ostentaba el control de los pozos petroleros del Cáucaso. Asimismo, cabe mencionar que las fuerzas hitlerianas ya habían fracasado en el intento de tomar Moscú y Leningrado.

En los comienzos la situación parecía favorecer a los alemanes; mediante la táctica de guerra relámpago, éstos avanzaban a pasos agigantados en detrimento de las debilitadas fuerzas soviéticas. El escenario cambió cuando Alemania avanzando hacia el sur, decidió dividir el ejército con el afán de asaltar dos objetivos: la ocupación de Stalingrado y la continuación de la marcha hacia el Cáucaso. Los dos frentes abiertos constituyeron un enorme error estratégico que determinó la derrota, el ejército nazi no tenía suficiente fuerza para afrontar una lucha que se extendía desde el Mar Negro hasta el Mar Báltico. Asimismo, la resistencia no dio tregua; los alemanes soportaron una violenta contraofensiva que dejó el saldo de dos millones de bajas, aproximadamente, contando ambos ejércitos. Ni Hitler ni Stalin estaban dispuestos a ceder el control de esa ciudad, aún con el costo en vidas que ello significaba

Friedrich Wilhelm Ernst Paulus, comandante del 6° Ejército alemán, debió soportar y alentar un ejército cada vez más debilitado y desmoralizado. Si al comienzo de la batalla Hitler la daba por ganada debido a los avances notables de los soldados nazis, hacia el final, ésta había devenido en una guerra de guerrillas. Si bien hacia 1942 Stalingrado estaba en un 90% ocupada por los nazis, tras el envío de refuerzos soviéticos, las ilusiones que tenían los alemanes de apropiarse de las orillas del Volga, fracasaron.

La Operación Urano (19 de noviembre de 1942) dio la estocada final a las fuerzas de Paulus. Las tropas rumanas y húngaras, aliadas de Alemania, fueron aplastadas por los soviéticos al mando de Zhukov. El 6° ejército quedó diezmado.

Hacia el 23 de noviembre las fuerzas nazis estaban rodeadas; aún así, el Führer había ordenado que no se retiraran, orden que Paulus pudo sostener hasta el 31 de enero de 1943 que firmó la rendición.

Paulus, hecho prisionero de guerra, terminó por criticar las conductas de Hitler y tras participar como testigo en Nuremberg, fue liberado en 1953.

El fracaso de Stalingrado constituyó una de las peores derrotas para los nazis durante la Segunda Guerra sin poder revertir el resultado hasta su extinción final en 1945.