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La Unión Cívica Radical

Publicado por Hilda

ANTECEDENTES

Estando Dividida Buenos Aires de la Confederación, rechazó elSímbolo UCR nombramiento de Urquiza como presidente, de acuerdo a la constitución federal de 1853. Como heredero del unitarismo, surgió en Buenos Aires, el Partido Liberal, que se dividió en dos ramas:

Los autonomistas o alsinistas, bajo el mando de Valentín Alsina, que pugnaban por la separación de Buenos Aires de la Confederación, si no podía lograrse la sanción de una constitución unitaria.

La segunda rama era más moderada y estaba conformada por los denominados nacionalistas o mitristas, dirigidos por Mitre, que tendían a llegar un acuerdo con el resto de las provincias.

La elección de Alsina como gobernador en 1857, produjo la ruptura entre Buenos aires y la Confederación. El Pacto de san José de Flores, luego del triunfo de Urquiza en Cepeda, permitió llegar al acuerdo para la unificación del país. En 1860, Mitre fue elegido gobernador. Pero los problemas continuaron entre las tendencias centralistas y federales, hasta que la batalla de Pavón en 1861, sentó el triunfo de Mitre, que pronto se transformó en el presidente de facto de la nación, tratando de influir sobre las provincias.

Adolfo Alsina, hijo de Valentín Alsina, fundó el Partido Autonomista en defensa de las autonomías provinciales, siendo el corazón que agrupó a todos los partidarios del federalismo histórico.

El partido nacionalista, por otra parte era de tinte oligárquico, con tendencia a crear un estado fuerte.

Para suceder a Mitre, fue elegida la fórmula Sarmiento-Alsina, que hizo que el Partido Nacionalista se dividiera.

Luego de Sarmiento, se presentaron los siguientes candidatos: el vicepresidente Alsina, por el partido autonomista, Mitre, por el nacionalista y Avellaneda, apoyado por Sarmiento, y por la juventud universitaria de Córdoba.

Avellaneda fundó el partido Nacional, y luego, Alsina y Avellaneda se unieron y formaron un nuevo partido: el Partido Autonomista Nacional (P.A.N.). La fórmula de este partido, Avellaneda-Acosta se impuso en las elecciones de 1874, siendo Sarmiento acusado de fraude, por Mitre. Por ese motivo, Mitre encabezó la revolución del 24 de septiembre de 1874.

Avellaneda llegó a un acuerdo partidario, entre el P.A.N. y el Partido Nacionalista, que implicaba asegurar la limpieza en las elecciones de 1877, para gobernador y legisladores.

Sin embargo, los partidarios de las ideas unitarias, seguidores de Alsina, no estuvieron conformes con la conciliación y se reunieron formando el Club Republicano, donde se distinguían dos tendencias: la de los republicanos, liderados por Aristóbulo del Valle y la de los puros, bajo el mando de Alem. Aristóbulo del Valle fue el jefe común de ambas tendencias, secundado por Alem.

En 1877, falleció Alsina, y Avellaneda, inició el camino a la federalización. Los puros y republicanos comenzaban a sentir entre ellos un fuerte divisionismo.

En las mencionadas elecciones a gobernador, se proponían como candidatos a Alem, por el Club Republicano y a Antonio Cambaceres por el autonomismo. Los de la fórmula conciliadora que resultaron triunfantes, tenían como candidatos a Carlos Tejedor, autonomista y a José Moreno, mitrista, como vicegobernador.

Tras la derrota, Alem se consagró como único líder del Club Republicano, al separarse Aristóbulo del Valle.

En la sucesión de Avellaneda, se consagró la fórmula Roca-Madero, apoyada por Avellaneda.

Durante el gobierno de Roca se estableció la política de Unicato, donde el presidente, era el único jefe del único partido, imponiendo sus candidatos, y no contando con oposición parlamentaria.

Al término del mandato de Roca, los candidatos a la presidencia eran: el ministro de Roca, Bernardo de Irigoyen, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dardo Rocha, el candidato de Mitre y Sarmiento: Daniel Ocampo, el ministro de Guerra y Marina, General Victorica, y el ex gobernador de la provincia de Córdoba, Miguel Juárez Celman.

El 12 de octubre de 1886, los nuevos dirigentes nacionales fueron, Juárez Celman, acompañado en la vicepresidencia por Carlos Pellegrini. Durante su gestión de gobierno ocurrió la crisis económica de 1890.

Fue en este período cuando Leandro Alem y Aristóbulo del Valle, decidieron formar un nuevo partido

EL NACIMIENTO DE LA UNIÓN CÍVICA DE LA JUVENTUD

En un momento crucial para la patria, cuando la moral estaba profundamente resquebrajada, y la corrupción era costumbre en las altas esferas del gobierno, un importante sector de la población se reunió en el “Jardín Florida” para crear la Unión Cívica de la Juventud, levantando la bandera de la moral, de la libertad de sufragio y de la autonomía provincial.

Un gran número de personas de todo el país se sintió identificado con esos ideales y así se sumaron importantes personalidades, como Estrada, Mitre, Bernardo de Irigoyen y Vicente Fidel López.

En abril de 1890, se realizó la reunión en el “Frontón Buenos Aires”, donde se acusó al gobierno de marginar al pueblo de la Constitución y de la vida política.

LA REVOLUCIÓN DE 1890

Teniendo como jefe militar a Manuel J. Campos e integrada entre otros, por Aristóbulo del Valle, Goyena, Lucio V. López, Demaría y Romero se formó la Junta revolucionaria, en el mes de julio, en el Parque de la Artillería presidida por Alem. Mitre no participó pues se había retirado a Europa.

El levantamiento popular se enfrentó a las fuerzas oficiales dirigidas por Nicolás Lavalle, y fueron reprimidos, debiendo firmar un armisticio.

A pesar del fracaso de la revolución, esta tuvo como consecuencia la renuncia de Juárez Celman, siendo ocupada la presidencia, por el vicepresidente, Carlos Pellegrini, que logró sanear la crisis económica.

LA DIVISIÓN DE LA UNIÓN CÍVICA

La Unión Cívica, reunida en la ciudad de Rosario, proclamó la fórmula Mitre-Bernardo de Irigoyen, mientras el oficialismo apoyaba el candidato del P.A.N., Julio A. Roca para suceder a Pellegrini.

Estos dos partidos llegaron a un acuerdo, con una fórmula conjunta, integrada por Bartolomé Mitre-José Evaristo Uriburu. Sin embargo, no todos los integrantes de la Unión Cívica aceptaron el acuerdo. Los disidentes, comandados por Alem, presentaron su propia fórmula que descartaba el acuerdo, y la constituían Irigoyen-Garro.

Esta última tendencia, anti-acuerdista es el origen inmediato del surgimiento de la Unión Cívica Radical.

Mitre renunció a su candidatura en la fórmula del acuerdo, y para sustituirlo surgió una nueva fórmula, Luis Sáenz Peña-José Evaristo Uriburu, que se consagró triunfante en las elecciones de abril de 1892.

LA UNIÓN CÍVICA RADICAL EN ACCIÓN

En 1893, la Unión Cívica Radical produjo un levantamiento contra el impopular gobierno de Luis Sáenz Peña, que lo obligó a renunciar, y fue ocupada la presidencia por el vicepresidente José Evaristo Uriburu.

El 1 de julio de 1896, Alem se suicidó, y la Unión Cívica Radical quedó bajo el mando de Bernardo de Irigoyen, quien realizó alianzas con otros partidos para hacer frente al candidato del oficialismo: Julio Roca, quien asumió el 12 de octubre de 1898.

Hipólito Yrigoyen, a cargo del Comité Provincial del radicalismo, rechazaba las alianzas y proponía la abstención electoral mientras hubiera fraude eleccionario.

Así la Unión Cívica Radical se abstuvo de presentar candidatos en las elecciones que llevaron luego de Roca, a Quintana, y Figueroa Alcorta, al poder. Sin embargo no estuvieron al margen de la vida política. Durante la presidencia de Quintana, por ejemplo, realizaron una revuelta, que fue sofocada.

LA VUELTA A LAS CANDIDATURAS

En el año 1912, bajo la nueva ley electoral, Ley Sáenz Peña, el radicalismo volvió a presentarse a los comicios. En el año 1916 triunfó la fórmula propuesta por la Unión Cívica Radical, llegando a la presidencia de la Nación, el 12 de octubre la fórmula Hipólito Yrigoyen-Luna.

Yrigoyen debió enfrentar luchas obreras y el movimiento de la “Reforma Universitaria”. Además, durante su gobierno, Argentina declaró su neutralidad en el conflicto bélico mundial y declaró bienes privados del Estado a los yacimientos petrolíferos.

Alvear, fue el segundo candidato radical que llegó al poder en 1922, para ser sucedido nuevamente por Hipólito Yrigoyen, en cuyo gobierno, surgió una división en el partido, formándose el Partido Radical Antipersonalista que rechazaba a Yrigoyen como figura única representativa del grupo, y debió enfrentar la crisis económica de 1930. Se derrumbó ante el golpe militar encabezado por José Félix Uriburu, el 6 de diciembre de 1930., y que contó con el apoyo de Alvear. Pero este idilio entre Alvear y la dictadura, duró poco.

La fórmula propuesta por el radicalismo en 1931, en vista a las elecciones democráticas que llevarían al poder a Marcelo T. de Alvear y Adolfo Güemes, fue prohibida por el estado y comenzó nuevamente el período de abstención electoral para el radicalismo, que se mantuvo hasta 1935.

Luego de ganar elecciones provinciales, sufrió la derrota en las elecciones nacionales de 1937, cuando su candidato, Alvear, fue derrotado por el radical antipersonalista, Roberto Ortiz, que tras un período de depuración electoral, fue sucedido por Castillo, su compañero de fórmula, de ideología conservadora.

Alvear falleció el 23 de marzo de 1942.

En 1951, los candidatos radicales, Ricardo Balbín-Arturo Frondizi fueron vencidos por Juan Domingo Perón, que fue depuesto por el golpe mlitar de 1955.

En 1956, el radicalismo se divide en Unión Cívica Radical Intransigente, encabezada por Frondizi, que se oponía abiertamente al gobierno militar y no tanto al peronismo, y la otra facción más tolerante con el gobierno de facto, liderada por Balbín, llamada Unión Cívica Radical del Pueblo.

En 1958, Frondizi asumió la presidencia de la nación, gobierno que ejerció hasta el golpe de estado de 1962.

Entre 1963 y 1966 otro radical asumiría la presidencia, Arturo Illia, candidato por la Unión Cívica Radical del Pueblo, quien trató de unificar el radicalismo, pero la crisis interna era grave, y también un golpe de estado terminó con su gobierno.

En 1971, durante el gobierno de facto de Lanusse, nuevamente la Unión Cívica Radical registró otra variante. Al formarse el G.A.N., Gran Acuerdo Nacional, para lograr una lucha y unión de partidos contra el peronismo, la Unión Cívica Radical del Pueblo, fue reconocida oficialmente como Unión Cívica Radical, mientras que la Unión Cívica Radical Intransigente, pasó a llamarse Partido Intransigente.

En las elecciones de 1973, Cámpora, representante del peronismo se impuso frente a Balbín-Gamond, que representaban a la Unión Cívica Radical.

Durante el gobierno peronista tuvo lugar el acercamiento entre Balbín y Perón, en 1972, sellando su olvido a resentimientos pasados, con un abrazo.

AlfonsinEste acercamiento al peronismo, originó el movimiento liderado por Raúl Alfonsín que no lo consideraba apropiado.

Luego del golpe militar que derrocó en 1976 a la viuda de Perón llegó a la presidencia, el candidato radical Raúl Ricardo Alfonsín perteneciente al grupo que se había opuesto a la dictadura, mientras que Balbín y sus seguidores habían estado más cerca del gobierno, que ejerció en ese período, un terrorismo de estado.

El 30 de octubre de 1983, Alfonsín inauguró un nuevo gobierno democrático luego de una sangrienta dictadura. Su gobierno, si bien puede resultar criticable desde el punto de vista económico, fue un ejemplo en la lucha por la reivindicación de los derechos humanos avasallados en el gobierno anterior.

Pacto de OlivosLa aguda crisis, obligó a Alfonsín a anticipar el traspaso de mando a su sucesor democrático, el peronista Carlos Menem, quien para lograr su reelección auspició una reforma constitucional, para lo cual se firmó entre Menem y Alfonsín, en representación del radicalismo, el denominado Pacto de Olivos.

La reforma constitucional, permitió la reelección del presidente Carlos Menem, para un segundo período.

LA DECADENCIA

La Unión Cívica Radical para luchar contra el peronismo se unió a una nueva fuerza política, el FREPASO, formándose la Alianza que llevó al poder la fórmula Fernado De la Rúa-Carlos “Chacho” Álvarez, quien pronto renunció por problemas con el Presidente.

El 20 de diciembre se produjo la renuncia del Presidente De la Rúa en momentos de agitación popular, ya que su gobierno se había tornado insoportable para el pueblo, tras medidas económicas de dudosa constitucionalidad como “el Corralito” que inmovilizó los depósitos bancarios, tras abandonar la paridad cambiaria establecida por el gobierno de Menem, y obligó a la gente a salir “armados” con cacerolas, a manifestar su repudio.

Pese a esta derrota política el radicalismo aún subsiste gobernando algunas provincias, aunque el peso en las elecciones nacionales, ya no es el de otrora.