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Presidencia de Nicolás Avellaneda

Publicado por Hilda

Nicolás AvellanedaSu nombre completo era Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda. Nació en San Miguel de Tucumán, el 1 de octubre de 1837, y era hijo de un catamarqueño contrario a la política de Juan Manuel de Rosas, Marco Avellaneda, que integró la Coalición del Norte, que al ser derrotada en 1841, también terminó con su vida, al ser ejecutado por orden de Rosas.

Nicolás, cursó la carrera de Derecho en las Universidades de Córdoba y Buenos Aires. En esta última ejerció como profesor de economía. Fue también un gran periodista. Fundó en 1855, el periódico “El eco del norte” y dirigió el diario “El Nacional”.

Su vida política se inició en el Partido Autonomista, liderado por Alsina, partido por el cual integró la legislatura de la provincia de Buenos Aires. Fue ministro del gobernador Alsina, y luego del presidente Sarmiento.

Al concluir el mandato presidencial de Domingo Faustino Sarmiento, se presentaron los siguientes candidatos: 1. Por el Partido Autonomista: Adolfo Alsina, Vicepresidente de la República. 2. Por el Partido Nacionalista: Mitre. 3. Apoyado por Sarmiento: Su Ministro de Cultura: Nicolás Avellaneda.

En 1874, ya habían logrado triunfar sus partidarios, que se habían constituido bajo el nombre de Partido Nacional (no confundir con el partido nacionalista de Mitre) en 10 provincias, lo que preanunciaba que la voluntad popular estaba de su lado, seguramente por su origen provinciano y sus cualidades morales.

De ese mismo modo lo entendió Alsina, que decidió unirse con Avellaneda en una fórmula conciliatoria, ya que consideró que darle el triunfo a Mitre significaría una solución porteña, sobre todo con respecto a la federalización de Buenos Aires. De esta fusión entre el Partido Nacional y el autonomista nació el Partido Autonomista Nacional (P.A.N). La fórmula presidenciable para las elecciones de 1874, llevaba como candidatos a Avellaneda en la presidencia y en la vicepresidencia a un autonomista: Mariano Acosta. Al vencer Avellaneda, Alsina ocupó el cargo de Ministro de Guerra.

El Partido nacionalista, liderado por Mitre acusó a Sarmiento de haber consagrado a su candidato por fraude electoral, y a Avellaneda de ser un gobernante de hecho. Sarmiento le replicó que Mitre también había sido gobernante de facto, al haber asumido tras la batalla de Pavón, y que había sido Mitre el que había instalado la política de fraude en los comicios.

Alegando este fraude eleccionario, Mitre organizó una revolución que se concretó el 24 de septiembre de 1874, y que pronto se difundió a otras regiones del país. Al sur de Buenos Aires, fue el general Rivas quien se amotinó, y el general Arredondo lo hizo en San Luis, donde mandó a fusilar al general Ivanosky, partidario de Avellaneda. Mitre que venía desde Uruguay dirigiéndose a Buenos Aires, en “La Verde”, perteneciente al partido de Flores sufrió una derrota, el 24 de noviembre, por parte de las fuerzas comandadas por Inocencio Arias rindiéndose en Junín el 2 de diciembre de 1874. Arredondo también fue derrotado por Julio a. Roca el 6 de diciembre, en la batalla de Santa Rosa.

Avellaneda, tenía sólo 37 años, al asumir el mando. Era un orador notable, un hombre honesto, enemigo de endeudar a la nación, con países extranjeros, como ya lo estaba. Las luchas civiles, la guerra del Paraguay y las malas administraciones de los gobiernos anteriores habían contribuido a ello. Prefería las privaciones y los ahorros a la solicitud de dinero que empeñara el futuro argentino, y ese dinero era muy necesario en un período de aguda crisis como el que le tocó gobernar.

El 12 de octubre de 1874, asumió la presidencia de la nación argentina junto a Mariano Acosta, como vicepresidente, y realmente, según sus propias palabras, ahorró “sobre el hambre y la sed de los argentinos”. Dejó cesantes a 6.000 empleados públicos y los que conservaron su empleo vieron reducidos sus salarios en un 15 %, incluyendo el sueldo del presidente. Además muchas obras públicas fueron suspendidas en su ejecución.

En 1875 se dictaron leyes para proteger las industrias locales y recaudar más impuestos con motivo de las importaciones. Para ello se elevó dicha tasa en un 20 %, llegando hasta el 40 % en productos importados que se fabricaban en el país. Con estas medidas las importaciones disminuyeron considerablemente. Las exportaciones agrícolas, sobre todo cerealeras, y de carne, se intensificaron hacia los mercados europeos, gracias a la protección brindada desde el estado y en el caso de la carne, por los adelantos en materia de congelamiento.

Para lograr la pacificación nacional, dictó una amnistía general y llegó a un acuerdo entre el P.A.N, y el partido nacionalista, con el fin de evitar el fraude electoral. El 9 de mayo de 1877 Mitre y Avellaneda se reunieron, y acordaron que desde el gobierno se respetarían los derechos políticos, mientras el compromiso del nacionalismo era actuar dentro del marco de a legalidad. Un sector del autonomismo se separó por no estar de acuerdo con la conciliación, agrupándose en el club Republicano, que seguían a Alsina y acusaban a la conciliación de fomentar la federalización de Buenos Aires. Ellos estaban por su autonomía. En diciembre de1877 falleció Alsina, y las divisiones partidarias se acrecentaron.

En las elecciones para gobernador de la Provincia de Buenos Aires, triunfó la fórmula de la conciliación integrada por el autonomista, Carlos Tejedor para Gobernador y el mitrista José Moreno, para Vicegobernador. Tejedor asumió el 10 de mayo de 1878.

Una de las preocupaciones fundamentales en el período de gobierno de Avellaneda, fue el destino de las tierras públicas, que fue además el tema elegido para su tesis doctoral. Su plan era recuperar las zonas ocupadas por la población aborigen, para destinarlas a la explotación agraria y a la colonización, mediante el ingreso de inmigrantes.

Mientras Alsina fue ministro de guerra se estableció la llamada “zanja de Alsina” barrera contenedora a los continuos saqueos de los indígenas, pero no dio resultado. A su muerte, acaecida en 1877, fue sucedido por el General Julio A. roca que organizó la campaña del desierto, que despojó a los aborígenes de 600.000 km. cuadrados de territorio que fueron incorporados al territorio nacional.

Otro de sus temas prioritarios fue el fomento de la inmigración europea, para lo cual sancionó tres leyes, la última de las cuales fue las más trascendente y que pasó a ser conocida con el nombre de Ley Avellaneda”. El número de esta ley era el 817. Para complementar su atractiva propuesta inmigratoria, fundó el departamento General de Inmigración y la Oficina de Tierras y Colonias, ambas entidades dependientes del Ministerio del Interior.

Su inquietud en materia educativa, despertada como ministro de sarmiento siguió vigente, ya que durante su gestión se fundaron 14 colegios nacionales mixtos.

En el orden internacional, el 3 de febrero de 1876, se firmó la paz con Paraguay, donde esta última nación aceptaba los límites argentinos hasta el Río Pilcomayo. El Presidente de Estados Unidos resolvería por arbitraje sobre el territorio al norte de ese río. Argentina se apropiaba de las islas del Cerrito y de Apipé, mientras que la de Yaciretá quedaba en poder de Paraguay. Recrudecieron los conflictos con Chile, que pusieron a ambos países al borde de un enfrentamiento armado por los derechos sobre la Patagonia. El tratado Pierro-Sarratea, firmado el 6 de diciembre de 1877, puso fin al problema, por el cual Chile tenía su soberanía en el estrecho de Magallanes y la Argentina, sobre el Océano Atlántico.

Un grave problema se suscitó con Londres, que pretendía cobrar su deuda contraída con el Banco de Londres, y hubo amenazas por parte de la cañonera británica Drabble, que se hallaba en las Barrancas del Paraná de atacar el Banco Provincial rosarino, ya que la suprema Corte de Justicia de la provincia de Santa Fe, radicada en esa ciudad, declaró que la ley que establecía la prohibición de emisión monetaria para sanear la deuda externa, era constitucional.

Al término del mandato de Avellaneda, se presentaban para sucederle, Carlos Tejedor, Gobernador de Buenos Aires y Julio A. Roca, que contaba con el apoyo oficial, y que finalmente se impuso en los comicios, pero Tejedor no aceptó este resultado de modo pacífico. Planeó un alzamiento armado que terminó en una lucha sangrienta, y en el reemplazo de Tejedor en la gobernación de Buenos Aires, por el Dr. José María Moreno.

Esta situación le permitió a Avellaneda poner en práctica su idea de la federalización de Buenos Aires. En Buenos Aires residían tanto las autoridades nacionales como las provinciales, creando fricciones entre ambas. Presentó entonces, un proyecto de ley por el cual la ciudad de Buenos aires se convertía en la Capital Federal de la república. El 21 de septiembre de 1880 fue convertida en ley por el congreso nacional y en noviembre aprobado por la legislatura de la provincia de Buenos aires. El 19 de noviembre de 1882, fue fundada la ciudad de La Plata, que se constituyó en la nueva capital provincial, durante la gobernación de Dardo Rocha.

Finalizado el mandato de Avellaneda, el 12 de octubre de 1880, asumió la presidencia la fórmula, Julio A. Roca-Francisco Madero.