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Narciso López

Publicado por Hilda

Narciso LópezNarciso López, nació en Caracas (Venezuela) el 13 de septiembre del año 1798. Quedó huérfano a los 14 años, cuando sus padres murieron en manos de los españoles. Rescatado por un líder realista, fue aliado de España en el proceso independentista venezolano, en 1823.

Proclamada la independencia de Venezuela, con lo quedaba de sus tropas, se dirigió a Cuba, ese mismo año. Allí permaneció cuatro años, y luego tomó rumbo a España.

En ese país europeo, participó en la primera Guerra Carlista, en favor de Isabel II, alcanzando el grado de Brigadier en 1836, y en 1840, el de General. Ese año integró la revolución de 1840, siendo gobernador de Valencia, cargo que ocupó desde 1839.

El Regente de Isabel II, Baldomero Espartero, nombró a Jerónimo Valdés, compañero de armas de López, Capitán General de Cuba. Junto a él, retornó a ese país centroamericano, obteniendo la tenencia de Matanzas y Trinidad y siendo nombrado presidente de la Comisión Militar.

En la isla, contrajo enlace con una hermana de Francisco de Frías y Jacott, Conde de Pozos Dulces, famoso por la inmensa cantidad de tierras bajo su dominio. Esta vinculación con los terratenientes cubanos, lo hizo luchar junto a ellos, para no eliminar el sistema esclavista, cuando fue destituido de sus cargos en 1843, por el capitán General Leopoldo O»Donnell, que había reemplazado a Valdés. Su matrimonio duró poco, pero lo ligó a las grandes fortunas cubanas.

López era un gran jinete, alegre, conversador, afable, de gustos burgueses y un apasionado a los lujos, y al derroche del dinero.

Los círculos adinerados en los que participaba López, formaron núcleos independentistas contra la dominación española, que no tuvieron el éxito esperado. El fracaso de la Conspiración de la Mina de la Rosa, motivó su exilio en estados Unidos, logrando salvarse gracias a intervención del Capitán General Roncaly, que lo puso sobre aviso.

En Estados Unidos, fue amparado por el gobernador de Mississippi, y siguió desde allí, liderando el grupo pro independencia cubana, que se hallaba militando en Trinidad. Otros grupos separatistas, al mando de Salvador Betancourt, en La Habana y Camagüey, contribuyeron a conformar en Nueva York un Consejo Cubano, para tratar de conseguir el apoyo norteamericano a la emancipación cubana de España.

La idea era la de anexar Cuba a Estados Unidos, protegiendo los intereses esclavistas de los cubanos poderosos, ya que en el sur de Estados Unidos se mantenía vigente la institución. Esta posibilidad se frustró por la llegada al poder norteamericano de Zacarías Taylor, que no contaba entre sus planes, la adquisición de nuevos territorios.

La idea de quitar el dominio español de Cuba, no caducó, sino al contrario. López diseñó una bandera para la gesta patriótica, tomando como modelo la de Texas, y organizó una expedición bajo su mando, que partiría desde Round Island (Nueva Orleans).

Cuando llegó a Cárdenas, ondeando el nuevo emblema, el 15 de mayo de 1850, al mando de 600 hombres, embarcados en el “Creole”, tomó esa plaza, pero los isleños no le brindaron apoyo, sobre todo por sus ideas esclavistas, y la expedición terminó siendo un fracaso.

Un año y tres meses más tarde, realizó un nuevo intento revolucionario, al frente de 480 hombres, para intentar llegar a Las Pozas, pero el desenlace fue aún peor que el anterior. En ese lugar ya estaba instalado el Comandante General del Apostadero de Marina español, Manuel de Enna. Perseguido por éste, López se internó en el monte, y en su huida sostuvo varios combates, en uno de los cuales murió Enna.

López fue ejecutado, tras ser hecho prisionero, por su antiguo camarada, José Antonio Castañeda, en Pinos de Rangel, por la pena de garrote vil, condena que le fue impuesta por el delito de traición que se le imputó, en La Habana, 1 de septiembre de 1851.