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La Antigua República Romana y sus Magistraturas

Publicado por Hilda

El Senado en la República romanaTras la caída de la Monarquía, por una revolución, asumen el poder, Bruto y Tarquino Colatino, dando origen al Consulado. El poder político quedó en manos de los patricios, que organizaron un gobierno que trató de evitar la concentración de los poderes del estado, dividiéndolo en magistraturas. Estas eran electivas (el magistrado nombra al magistrado), anuales (a diferencia de las monarquías que eran vitalicias), y colegiadas, pues las desempeñaban dos o más titulares. Eran gratuitas, o sea, que para ocupar algún cargo debía tratarse de una persona adinerada.

Los principales magistrados eran los Cónsules, en número de dos, que gobernaban alternativamente, pero mientras uno ejercía el poder el otro también opinaba. En caso de desacuerdo, predominaba la idea del opositor, quien ejercía la intercessio, o sea, el derecho a veto. Los Cónsules dirigían el Estado y en tiempos de guerra, eran jefes del ejército.

El resto de los cargos era desempeñado por los siguientes magistrados, al principio todos patricios:

La Pretura: La integraban dos Pretores, que tenían por función, principalmente, la de administrar justicia, ordenando y dirigiendo el proceso, pero no dictaban sentencia, ya que esto último era atributo del Juez.

La Cuestura: Integrada por diez miembros, que administraban el tesoro público y sustanciaban los procesos capitales, como los que derivaban del parricidio, o de cualquier otro, que tuviera como sanción la pena de muerte.

La Edilidad Curul, formada por diez integrantes, tenían funciones de inspección y policía.

La Censura, se componía de cuatro censores, que duraban dieciocho meses en sus funciones. Eran elegidos por los Comicios Centuriados, a propuesta de los Cónsules, cada cinco años, para hacer el censo de los ciudadanos de acuerdo con su fortuna. Nombraban a los Senadores y podían removerlos en caso de mala conducta.

Existía también una magistratura extraordinaria: la Dictadura, designada en caso de peligro exterior o de grave conmoción interna, para lo cual el Senado dictaba un senadoconsulto, autorizando a los Cónsules a nombrar un Dictador, que nunca debía ocupar el cargo por más de seis meses. El nombramiento de un Dictador, significaba la suspensión de las demás magistraturas ordinarias.

Existía una carrera de los honores. Se iniciaba, para los ciudadanos, sirviendo en el ejército, como Tribunum Militum, o sea, como Comandante o Jefe de legión. A los 27 años, se podía aspirar a la Cuestura; a los 40, a la Pretura y a los 43, al Consulado. La Edilidad Curul, generalmente se ejercía entre la Cuestura y la Pretura.

Además de las magistraturas, seguían existiendo las dos instituciones que habían nacido con la Monarquía: el Senado y los Comicios.

El Senado adquirió en este período gran poder, por ser sus miembros vitalicios, a diferencia de los magistrados, recayendo por lo tanto, en ellos, la responsabilidad de la continuidad política de Roma. El número de sus miembros fue aumentando, ya que en los comienzos de la República fueron trescientos, en época de Syla, seiscientos, elevándose con Julio César, a novecientos, llegando a ser mil, en época de Marco Antonio.

Las funciones del Senado republicano fueron las de negociar tratados de paz o declarar la guerra, juzgar e imponer castigos a los magistrados, a quienes también asesoraban, supervisar el culto, las finanzas públicas y dictar senadoconsultos, decisiones tomadas en sesiones públicas, donde votaban todos los Senadores, en virtud de propuestas de los magistrados, quienes generalmente acataban estas decisiones, que sin embargo, recién tendrán fuerza de ley, o sea, serán obligatorias, en la época imperial.

Los Comicios, reuniones populares, se dividían en:

Comicios por Curias: Estaba integrado sobre la base de las tres tribus originarias que formaron Roma, teniendo por función dar solemnidad a la designación de los principales magistrados y ejercer el control sobre actos relacionados con la organización familiar.

Comicios por Centurias: creados por el Rey Servio Tulio, que los organizó de acuerdo a la fortuna de sus miembros, votaban las leyes y elegían los magistrados superiores.

Comicios por tribus: organizados según el lugar de su residencia, designaban a los funcionarios inferiores, adquiriendo posteriormente, poder legislativo, función que irá creciendo en detrimento de la misma facultad que hasta entonces, contaban los comicios por centurias.

En este período se agudizó el conflicto patricio-plebeyo, y estos últimos van conquistando crecientes derechos. Se logra la creación del tribunado y edilidad plebeyos, luego del retiro al monte Sacer (495 a. C.), culminando sus conquistas con la llegada del plebeyo Tiberio Coruncanio al Pontificado máximo (300 a. C.).

Roma se extendió por las conquistas, sobre todo, luego de las guerras púnicas, contra Cartago. Las continuas guerras implicaron el empobrecimiento de la población, por los altos tributos que debían abonarse, para mantener los ejércitos. Los campesinos debieron desprenderse de sus tierras, a favor de los patricios, formándose grandes latifundios. Las reformas agrarias, que intentaron realizar los hermanos Graco, resultaron infructuosas, quedando el pueblo dividido en tres grupos: a) La aristocracia terrateniente, b) Los acaudalados comerciantes y c) El proletariado empobrecido.

En los últimos años de la República, se produjeron guerras civiles, originadas por la aparición de dos caudillos, con intereses contrapuestos: Mario y Syla.

En el año 100 a. C., el Cónsul Cayo Mario, se inclinó por la defensa de los intereses de la nobleza, luego de haber sido defensor de la plebe, cayendo su gobierno en el desprestigio.

En el año 90 a. C., Syla, de origen noble, ex lugarteniente de Mario, fue proclamado por el Senado, Dictador, encargado de dictar leyes y organizar la Constitución.

En el año 60 a. C. se formó el Primer Triunvirato, conocido con el nombre de “Monstruo de tres cabezas” formado por Julio César, el estadista, Pompeyo, el militar, y Crasso, el capitalista. Crasso murió y Pompeyo intentó derrocar a Censar, pero éste lo derrotó en los campos de Farsalia (48 a. C.).

Julio César asumió el mando, siendo designado dictador perpetuo, asumiendo paulatinamente, todo los poderes, hasta convertirse en el Divino Protector de Roma.

Julio César fue asesinado en el año 44 a. C., disputándose a sucederlo, Marco Antonio, amigo y colaborador de César, y Cayo Octavio, que había sido adoptado como hijo por Censar. Ambos formaron junto a Lépido, el Segundo Triunvirato.

Eliminado Lépido, Antonio y Octavio, se repartieron los territorios, correspondiéndole a Antonio el Oriente y a Octavio el Occidente, pero en la batalla de Actium, Octavio venció a Antonio, quedado como jefe absoluto. Así comienza el Imperio, en el año 27 a. C. con la asunción de Octavio como emperador, con el título de Augusto.