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La Guerra de las Galias

Publicado por Hilda

El propio Julio César dejó noticias de estas guerras en sus “Comentarios sobre la guerra de las Galias”, obra que se reunió en siete libros, publicados alrededor del año 50 a. C. En la Galia habitaba la población originaria sumada a los celtas que luego se le fusionaron. Roma intervino el lugar con fines de protección y se asentaron en ese territorio, lugar por donde pretendieron pasar los helvecios, pidiendo para ello permiso a Julio César que había conseguido ser nombrado Propretor en las Galias por el término de cinco años, luego de finalizar su mandato como Cónsul en el año 58 a. C.

Los eduos que residían allí le pidieron ayuda a los romanos para acabar con la amenaza helvecia, lo que Cesar pudo lograr en Bibrante, en el año 58 a. C, debiendo los helvecios retroceder. Los tres años siguientes saqueó el territorio en dirección contraria a las agujas del reloj, sometiendo a las tribus de Alsacia y el Franco Condado, Bélgica y Normandía.

En el año 58 a. C también los germanos al mando de Ariovisto intentaron penetrar en las Galias y Cesar también los venció, aunque siguieron incursionando el territorio impidiendo la pacificación.

Mientras César se hallaba en Britania, adonde se había dirigido en el 54 a. C. los galos comandados por el arveno Vercingetórix, que se había proclamado como jefe supremo de los galos, se rebelaron pero fueron dominados por César al regresar en el año 52 a. cuando refugiado en la fortaleza de Alesia fue obligado a rendirse (batalla de Alesia). Las Galias se convirtieron en estados vasallos de Roma, debiendo abonar un tributo anual de diez millones de denarios.