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La Burguesía

Publicado por Hilda

BurguesiaCon el término burguesía se designaba a aquellas personas que residían en los burgos o ciudades, desarrollando tareas típicamente urbanas, y diferenciadas de las agrícolas-ganaderas.

Si bien la economía de la Edad Antigua y Media se basaba sobre todo en el trabajo rural, no dejaba de reconocerse la existencia de otras actividades como las artesanales o comerciales. En la Edad Media el desarrollo del comercio fue incipiente, y no bien visto por la iglesia, ya que el fin de lucro le restaba a esa actividad carácter ético. A partir del siglo XI la gente comienza a desplazarse del campo a las ciudades, originando gran cantidad de población burguesa, alguna muy enriquecida, sobre todo la constituida por los poderosos comerciantes y banqueros.

Las ciudades surgieron en lugares donde confluía mucha gente, por ejemplo donde había puertos, o en los cruces de caminos, en lugares destinados originariamente a ferias o santuarios, todos sitios atractivos para los viajeros. Las ciudades fueron fuente de dinero, y éste les permitió a sus habitantes, obtener el permiso de los señores feudales para su autogobierno.

En el siglo XIV ocurrió una gran crisis rural, la crisis del siglo XIV, en la parte occidental del continente europeo, ocasionada por malas cosechas, donde el hambre provocó enfermedades y decrecimiento poblacional. Muchos campesinos sobrevivientes, decidieron probar mejor suerte en las ciudades, lo que les complicó a los señores feudales conseguir mano de obra en sus tierras. Los feudales les ofrecieron dinero a cambio de su trabajo que hasta entonces era gratuito, o les alquilaron campos, pero los campesinos no pudieron competir con la producción de los feudales, que poseían mayor tecnología abonos y calidad de tierras. Así, los que se quedaron, pronto también abandonaron la vida rural hacia la urbana, favoreciendo la ampliación y el desarrollo de las ciudades, donde convivían los ex campesinos pobres, en busca de trabajo, y los ricos comerciantes y banqueros.

El poder económico creciente de esta clase social, la burguesía, no les permitía, sin embargo, acceder a formar parte de los estados privilegiados, que eran la nobleza y el clero, salvo por matrimonio entre personas pertenecientes a familias burguesas ricas y nobles pobres, aunque estos nuevos nobles no eran bien vistos por la antigua nobleza tradicional. La burguesía continuaba integrando el tercer estado o estado llano, sector poblacional que comprendía desde el mendigo al rico comerciante, pasando por los obreros proletarios y la clase media profesional, que sostenían al estado, pues eran los únicos que pagaban impuestos.

Estos ricos mercaderes comenzaron a diferenciarse del resto del estado llano, realizando importantes obras, como escuelas, hospitales o asilos.

El siglo XV, trajo nuevo impulso a la actividad mercantil, al producirse el descubrimiento de nuevos territorios que intensificaron el comercio entre Europa y los ricos territorios americanos, desde los cuales se traía materia prima y metales preciosos, a cambio de productos elaborados (manufacturas).

La división del cristianismo con el nacimiento del protestantismo, cambió la imagen que se tenía hasta entonces del hombre de negocios, considerando su acción especulativa como positiva, y no contraria a la religión, sino todo lo contrario.

El desarrollo científico y tecnológico, impulsado desde la nueva concepción del mundo, que colocó al ser humano en el centro del mundo (Humanismo) y propugnó el desarrollo artístico y literario a través del Renacimiento y el resurgir de las ideas a través del Iluminismo, transformó a la burguesía en una clase social poderosa, sobre todo a partir de la Revolución Industrial, donde, a través de las fábricas acumularon enormes ganancias, en detrimento de los obreros asalariados.

Estos burgueses ricos, comenzaron una lucha por la reivindicación de sus derechos políticos, que no poseían, intentando derribar los cimientos del antiguo régimen, tratando de lograr tres ideales: Libertad, igualdad y fraternidad, estableciendo un nuevo sistema de gobierno: la democracia, donde el poder residiera en el pueblo y no en un rey que justificaba su inmenso y omnímodo poder, como proveniente de Dios.

Si bien la burguesía luchaba para erradicar los privilegios, también los había en su propio seno, ya que los pequeños burgueses, comerciantes de poco capital o artesanos, pasaron a integrar la lista de pobres asalariados, empleados en las fábricas de los burgueses ricos.

La monarquía absolutista debió ceder, ante la necesidad de recursos económicos a conceder por dinero, cargos a los burgueses en los aparatos burocráticos del estado, pero esto no fue suficiente.

En Inglaterra, la guerra entre los parlamentarios, al mando de Oliver Cromwell, y el monarca Carlos I, significó con la ejecución del monarca, el triunfo de la burguesía que logró al apoyar al Parlamento, establecer una República como forma de gobierno, que defendiera los intereses de su clase, el desarrollo de la actividad comercial e industrial. Cromwell desarrolló una política protectoria del comercio inglés, sobre todo de sus barcos destinados a la exportación de mercancías, que durante la monarquía se hallaban desprotegidos.

En Francia, esa lucha se concretó en la Revolución Francesa, nacida para lograr una igualdad de clases que en la práctica dividió a sus mismos líderes, ya que algunos pretendían excluir del derecho a voto a quienes no pagaran impuestos. La Revolución Francesa, significó un gran logro de la alta burguesía, sobre todo por el reconocimiento por primera vez en la historia de la humanidad, de los derechos naturales del hombre, de su libertad, igualdad, propiedad y resistencia a la opresión. Sin embargo, los obreros debieron soportar otro siglo de injusticias y sometimiento, sin poseer derechos laborales, ya que los burgueses si bien proclamaron el derecho al trabajo, no establecieron sus dignas condiciones, ya que a ellos, como patrones de fábrica no les convenía.

Fueron las ideas socialistas y comunistas las que crearon en los obreros la conciencia de clase, y su oposición a la sociedad capitalista, basada en un nuevo privilegio, ahora determinado por la riqueza, para reclamar por condiciones equitativas de labor.

Dijimos en el párrafo anterior que el capitalismo se asentó en la riqueza, estableciendo nuevas clases sociales ahora no determinadas por el nacimiento, como ocurría con los títulos nobiliarios, o por su pertenencia a la iglesia (clero). La diferencia fundamental a destacar es que en estas nuevas clases, a diferencia de los rígidos estamentos medievales, existe movilidad, y es posible para un rico perder su fortuna y pasar a pertenecer a la clase baja, y a un pobre mejorar su fortuna, y por ende, su condición social.

Esto último debe lograrse fundamentalmente por la educación, donde el rol del estado debe estar muy presente para otorgar igualdad de oportunidades, lo que no se cumple en la mayoría de los países del mundo.