Historia

Carlos Estuardo

Publicado por María Celia

Carlos I de Inglaterra o Carlos Estuardo, nació en el Palacio de Dunfermline, ciudad de la antigua capital de Escocia, el 19 de noviembre de 1600.

Segundo hijo varón de Jacobo IV de Escocia y I de Inglaterra y Ana de Dinamarca, ascendió al trono inglés en lugar del primogénito fallecido, Enrique Federico, el 27 de marzo de 1625, año de fallecimiento de su padre.carlos1-inglaterra-van-dyck-pq.jpg

En el año 1623 viajó a España junto con el Duque de Buckingham, George Villiers, con el objetivo de establecer una alianza con el reino español mediante el casamiento de Carlos con la hija de Felipe III, la infanta María Ana. El enlace nunca se concretó y de regreso a Inglaterra, conoció en Francia a Enriqueta María de Francia, hija del antiguo rey Enrique IV y María de Médicis y hermana del Rey Luis XIII, con quien se casó poco tiempo después.

La unión fue rechazada por los ingleses debido a que la Enriqueta era católica y se temía que en razón de su aparición las leyes vigentes en cuanto a la religión en Inglaterra (anglicana) se vieran modificadas. Pese a que Carlos aseguró que ello no sucedería, antes de asumir ya había hecho un acuerdo con su cuñado francés en relación con las restricciones que Inglaterra imponía a los católicos. La ceremonia de asunción se llevó a cabo en la Abadía de Westminster el 13 de junio de 1625. Su esposa no estuvo presente a los efectos de no avivar el conflicto ya existente.

Su política exterior estuvo caracterizada por la Guerra de los 30 años y su enfrentamiento con España. La guerra de religión, originalmente circunscripta al Sacro Imperio Romano Germánico y a los Habsburgo, comenzó antes de su llegada al poder, en 1618 y se extendió al resto de Europa, finalizando en 1648. Las razones por las cuales se desarrolló en tales magnitudes no estuvieron vinculadas a cuestiones religiosas. Si en el siglo XVI, la formación del estado moderno se cimentó en que la política, la lengua y la religión se vincularan a una nación, hacia el absolutismo esta tendencia se acentuó.

La guerra encerraba un conflicto entre Enrique V (esposo de Isabel Estuardo, hermana del rey) y el Palatinado, tierras que había perdido a favor de Fernando II, uno de los Habsburgo y católico, en contra de quienes se pronunciaron los príncipes protestantes. En tal sentido, Carlos ingresó en el conflicto a colaborar con su cuñado.

La propensión al absolutismo iniciada con Jacobo I se acrecentó durante el reinado de Carlos I, quien creía en el derecho divino de los reyes: la autoridad de rey está por encima de la ley, así como el Estado queda identificado exclusivamente en su persona. Esta directriz complicó las relaciones del rey con el Parlamento. Los conflictos fueron varios: en relación con la guerra de religión, en tanto que el Parlamento se pronunció por un ataque en contra de las colonias españolas, el rey se inclinó por una embestida mucho más agresiva y costosa; otro asunto estuvo vinculado al tratado de paz entre Carlos y la Iglesia de Escocia y, por último, la guerra que inició contra Francia.

Esta polaridad de opinión con la consecuente lucha de poderes derivó en acciones arbitrarias por parte de Carlos, sobre todo en materia de imposición de impuestos. De la misma manera, disolvió el Parlamento en varias ocasiones y no se privó de perseguir a quienes estuvieran en su contra. Las decisiones adoptadas por el rey y las diferentes guerras, sumieron al país en un déficit monetario.

En cuanto a su política religiosa, introdujo ciertas modificaciones mediante las cuales Inglaterra estaba nuevamente más cerca de la Iglesia Romana (estructura anterior e inmediatamente posterior al cisma inglés) que al culto anglicano y calvinista. En relación con Escocia, guiado por William Laud, Arzobispo de Canterbury, se pretendió que todos los reinos adoptaran la misma religión, generando conflictos con los presbiterianos.

Todas estas vicisitudes derivaron en la Revolución Inglesa que dio paso al fin de la “Tiranía de los 11 años” como se denominó a los últimos 11 años del gobierno de Carlos.

Mientras que el Parlamento dominaba Londres y el sur de Inglaterra, el rey, instalado con su corte en Oxford, alcanzó el dominio del Norte y el Oeste. La Guerra Civil duró varios años y tuvo muchas etapas. En 1646, Carlos fue sitiado en Oxford, logrando escapar y entregándose luego en Newark al ejército presbiteriano quien, en 1647 lo entregó al Parlamento.

Pese a que Carlos creía que no podía ser juzgado por ningún mortal, el juicio se realizó adjudicándosele los cargos de alta traición y otros crímenes. Fue decapitado el 30 de enero de 1649. Sus restos fueron enterrados en la capilla de Saint George.

Posteriormente , Carlos II, hijo del primero, restauró la monarquía en 1660.