La Argentina, granero del mundo
El granero del mundo es la denominación que recibió Argentina, como país agro exportador en los últimos treinta años del siglo XIX. Cómo llegó a serlo? He aquí un breve repaso histórico.
Producida la independencia en 1816, la actividad principal fue la ganadería, pues la demanda exterior se orientaba hacia esos productos (cuero y carne salada, a los que luego se les sumó el sebo) produciendo grandes ingresos a la aduana porteña. Desde 1840 se agregó la lana a los productos exportables.
En el año 1873 se produjo una gran depresión, lo que obligó a aplicar a nivel mundial, políticas proteccionistas, acrecentando la tendencia de los países hacia la industrialización, siendo líderes en este sentido, Alemania en el continente europeo, y Estados Unidos en América. Mientras tanto, Argentina se iba consolidando como nación, logrando un orden político conservador desde 1880, con la llegada al poder del Partido Autonomista Nacional (PAN).
El comercio exterior creció, de la mano de una clase dirigente que era dueña de grandes extensiones de tierra y le interesaba que Argentina fuera proveedora de la materia prima que necesitaban los países extranjeros industrializados: mientras el valor de las exportaciones en 1870 fue de 30.000.000 de pesos oro, en 1914 pasó a 350.000.000, creciendo también las áreas destinadas al cultivo, de 500.000 hectáreas a 24.000.000. El destino mayoritario de los productos de exportación eran los mercados europeos. El trigo era un producto que Argentina importó hasta 1870, pero esa situación cambió. Hubo importantes inversiones extranjeras en infraestructura (vías férreas, puertos, frigoríficos) especialmente británica. Desde 1890, los principales productos que se exportaban eran los cereales (lino, trigo y maíz) y carne congelada.