El Emperador Licinio
Flavio Galerio Valerio Liciniano Licinio (250 – 325), proveniente de la Dacia y de origen humilde, fue Emperador de Roma desde el 308 al 324. 
Tras la muerte de Severo, traicionado por sus propias tropas a las órdenes de Majencio, hijo del antiguo Emperador Maximiano, quien ostentaba el nombramiento del perecido Augusto, fue nombrado por Galerio sin haber ejercido la función de César antes, tomando el control de Iliria, Tracia, y Pannonia.
Cabe mencionar que, tras el fin de la primera tetrarquía, la sucesión devino en un conflicto que durará aproximadamente 20 años y que terminará con el poder absoluto en manos de Constantino. Hacia el 311 había más Augustos que Cesares ostentando el poder.
El Imperio estaba en plena decadencia, el antiguo Principado inaugurado por Augusto se había convertido en un “Dominado” en donde el dominus (señor) entendía el Estado como propio.
De hecho, la tetrarquía había fracasado completamente. La división del territorio de ninguna manera contribuyó a un mejor aprovechamiento de los recursos, éstos fueron a menudo mal aprovechados por una administración burocrática e inmensa.
Tras la muerte de Galerio en el 311, Licinio compartió el trono con Maximino Daia, autoproclamado Augusto en el 310. Cuando Majencio fue vencido por Constantino en el 312, y tras suicidio de Maximino, éste (sucesor de su padre desde el 306) y Licinio quedaron al frente del Imperio Occidental y Oriental, respectivamente.
En el año 313 Licinio contrajo enlace con la media hermana de Constantino e hija de Constancio Cloro, Flavia Julia Constancia. Ese mismo año, él y su cuñado proclamaban el Edicto de Milán.
Sin embargo, la lucha subsistió entre Licinio y Constantino, derivando en una guerra civil que fue neutralizada por la Paz Serdica en el 317, luego de la cual los cesares fueron nombrados por uno y otro en forma arbitraria.
Asimismo, hacia el 324 los conflictos resurgieron, siendo Licinio vencido definitivamente en Adrianopolis y Crisópolis. Un año más tarde Constantino lo mandó a asesinar.
