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La Batalla de Martel

Publicado por María Celia

La Batalla de Poitiers o Batalla de Tours, como se la conoce en Europa, fue un combate armado entre el ejército islámico a las órdenes de Abd ar-Rahman ibn Abd Allah al-Gafiqi, gobernador del Al-Ándalus, y las tropas al mando de Carlos Martel, Mayordomo de Palacio de los merovingios fundador de la dinastía carolingia, el 10 de octubre de 732.

Al-Ándalus se estableció como un importante centro de poder islámico tras la conquista musulmana de la Península Ibérica en el siglo VIII. Este territorio fue conocido por su vibrante intercambio cultural y avances en áreas como la ciencia, filosofía y arquitectura. Bajo el gobierno de líderes como Abd ar-Rahman ibn Abd Allah al-Gafiqi, Al-Ándalus creció en importancia, sirviendo como un puente entre el mundo islámico y cristiano. Estas influencias dejaron un legado duradero en la historia europea.

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El combate se efectuó en las cercanías de Tours, actual Francia. Mediante este enfrentamiento se impidió el avance del islamismo hacia el norte de la Península Ibérica. Esta batalla fue capital para evitar el desarrollo del Islam que ya dominaba el antiguo resto del Imperio Romano y Persa. De la misma manera, la historiografía moderna afirma que, estando Europa dividida, para los musulmanes hubiera sido sencillo tomarla si esta batalla no hubiese sido ganada.

Las fuerzas francas se formaron en cuadrícula en una zona por donde pasaría el ejército musulmán. La actitud defensiva, llevó a que ambos ejércitos estuviesen enfrentados durante seis días, hasta que el séptimo día comenzó la batalla. Las tácticas de batalla desempeñaron un papel decisivo en la victoria de Martel. El uso efectivo de la formación en cuadrícula permitió a los francos capitalizar la defensa estática contra la movilidad de la caballería islámica. Mientras tanto, las fuerzas musulmanas se basaron en ataques rápidos y movimientos de flanqueo. La elección del terreno también favoreció a los francos, quienes se ubicaron en posiciones elevadas, maximizando la ventaja defensiva. La infantería bien pertrechada de Martel, apodo ganado en ese combate (martillo), derrotó a la caballería islámica, históricamente vencedora. Cabe mencionar que los musulmanes ya habían ocupado Septimania (la Galia Narbonense) y Narbona como capital, territorio en el que permanecieron por 27 años más.

poitiers3.jpgSegún los europeos, la ofensiva duró un solo día, según los musulmanes, dos. Los relatos de la batalla varían significativamente. Los cronistas europeos destacaron la unidad y el coraje de las fuerzas de Martel, mientras que las crónicas musulmanas subrayaron el impacto de la unidad militar franca y sus tácticas defensivas. Este choque de perspectivas refleja la importancia del evento en ambos lados, consolidando su lugar en la historia como un punto de inflexión. Ante la derrota inminente y el peligro de que los francos tomaran el campamento en el que los musulmanes guardaban el botín capturado en Burdeos, se retiraron de la batalla. Aún así, las fuerzas de Martel esperaban el regreso al día siguiente, vuelta que no ocurrió. Lo que entonces se especuló fue la posibilidad de una emboscada, que tampoco aconteció. Finalmente, la teoría fue desechada tras una exhaustiva inspección del campamento que los musulmanes habían abandonado durante la noche.

En relación con las fuerzas que cada uno de los ejércitos contaba como recurso para el enfrentamiento, de la parte franca participaron entre 15.000 y 75.000 hombres, la inexactitud lleva que las cifras oscilen ampliamente según los historiadores. En cuanto a las bajas, se cree que 1500 hombres de Martel perecieron.

Los musulmanes eran, aproximadamente, alrededor de 60.000 hombres. Antes de finalizado el combate, Al-Gafiqi fue rodeado y asesinado.

La victoria de Carlos Martel no solo detuvo el avance musulmán, sino que cimentó su poder dentro del reino franco. Esto proporcionó el impulso necesario para la formación del Imperio Carolingio bajo su nieto, Carlomagno. La batalla reforzó la autoridad de Martel, pavimentando el camino para una Europa unificada bajo el dominio carolingio.

Las consecuencias de la batalla fueron la reclusión de las tropas islámicas hacia el sur de los Pirineos, retirándose los sobrevivientes a Narbona.