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La Belle Époque

Publicado por Hilda

La Belle ÉpoqueLa “Belle Époque” expresión francesa que se traduce como “Bella Época” es un período histórico que comenzó a fines del siglo XIX, aproximadamente en 1890, y terminó en 1914 cuando estalló la Primera Guerra Mundial, lo que reveló que era solo una efímera ilusión.

Fue en ese lapso de paz mundial, luego del fin de la guerra franco-prusiana en mayo de 1871, y del reparto del continente africano, cuando la sociedad capitalista e imperialista europea, llegó a su apogeo, con un gran incremento del consumo debido al crecimiento de las finanzas públicas y privadas, por la explotación de los dominios coloniales y la explotación industrial; lo que fue de la mano de un progreso científico y artístico de relevancia y un espíritu dominado por la ambición, la frivolidad, la diversión y el lujo.

Durante la Belle Époque se realizaron importantes avances científicos, como la teoría de la radiactividad desarrollada por Marie Curie, que transformó el campo de la física. También en medicina, Wilhelm Conrad Röntgen descubrió los rayos X, permitiendo una revolución en el diagnóstico médico. Estos descubrimientos ilustran el ambiente de innovación y desarrollo de la época.

Creció el comercio internacional; y en lo industrial, fundamentalmente, la industria pesada. Las capitales más representativas de la “Belle Époque” fueron París, Viena, Londres y Berlín.

El pensamiento filosófico está impregnado de hedonismo, positivismo y de darwinismo social (diferencias sociales basadas en la raza y en los genes). Surgen en esta etapa los primeros partidos políticos y los sindicatos obreros, que logran conseguir mayor tiempo de ocio, como por ejemplo el no trabajar los domingos y la limitación de la jornada laboral; mientras la burguesía consolida su poder. Comienza a acentuarse la polarización entre clases ricas y marginadas, y entre los pobladores rurales y los de las grandes ciudades. La globalización ya es una realidad palpable gracias al desarrollo de los ferrocarriles y la invención del teléfono, del telégrafo, del automóvil, del submarino y del avión.

La literatura de la época se vio marcada por el simbolismo, con autores como Marcel Proust y Oscar Wilde explorando las complejidades de la vida moderna. Este movimiento literario, junto con un resurgimiento del interés por el arte expresivo e individualista, influyó profundamente en la cultura intelectual del momento.

Surge la importancia del inconsciente en la estructura de la personalidad, por la obra de Sigmund Freud.

El arte se expresó a través de tres corrientes: el expresionismo, el fauvismo, el modernismo y el futurismo. La música cobró gran esplendor con las óperas de Wagner y de Verdi; y en los salones de Viena se oían los compases de los valses de Johann Strauss.

La Belle Époque también tuvo un gran impacto en la moda, con París estableciéndose como la capital de la alta costura, gracias a diseñadores como Paul Poiret y Coco Chanel. La vida cotidiana cambió, promoviendo actividades de ocio como el ciclismo y los cabarés, reflejando una sociedad en busca de nuevas formas de entretenimiento.