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Cardenal Mazarino

Publicado por Hilda

Cardenal MazarinoJulio Mazarino, o en italiano, Giulio Raimondo Mazzarino, nació en Pescina, en la región de Abruzos, ubicada en el centro-este de Italia, el 14 de julio del año 1602.

Fueron sus padres, el siciliano Pietro Mazarini y Hortensia Bufalini, de Umbría. Mazarino provenía de una familia modesta, lo que le obligó a trabajar duro para ascender en la sociedad. Su padre era un modesto caballero que trabajaba como administrador de los bienes de la familia Colonna, una de las más influyentes de Roma.

Estudió en las universidades españolas de Alcalá y Salamanca, y fue, durante muchos años, diplomático del Vaticano. El cardenal Richelieu, al que había conocido en sus misiones diplomáticas, cuando fue nombrado como delegado del Papa en Francia en 1634, lo había hecho cardenal honorífico (sin nunca haber hecho la carrera eclesiástica) en 1641, y luego lo hizo adoptar la ciudadanía francesa, en 1639. El 5 de diciembre de 1642, muerto Richelieu, éste lo recomendó en su testamento para ocupar su puesto de Primer Ministro del estado francés ante la oposición de la nobleza. Además su origen italiano, tampoco favorecía la aprobación popular.

Mazarino no solo se destacó en el ámbito político, sino que también fue un gran amante de las artes. Durante su vida, acumuló una impresionante colección de arte, que incluía obras de artistas como Tiziano, Rafael y Veronese. También fue un gran mecenas, patrocinando a artistas y escritores, y contribuyendo al desarrollo del teatro francés.

Comenzó a ejercer su cargo, durante el reinado de Luis XIII quien falleció en 1643, continuando, aún más fortalecido, durante el gobierno de su sucesor Luis XIV, quien por razón de su edad, debió estar asistido por su madre Ana de Austria, que ejerció la regencia, y se dejó dominar totalmente por Mazarino, convirtiéndose incluso en su amante.

Mazarino era gran defensor del absolutismo monárquico. El Parlamento estaba dominado por los nobles y burgueses, que durante el reinado de Luis XIII y del ministro Richelieu, habían visto reducidos sus poderes. Con el reinado del pequeño Luis XIV, tuvieron la vaga ilusión de recuperar sus poderes perdidos, pero Mazarino siguió la misma política anterior de fortalecimiento del poder real, recrudeciendo el conflicto entre el poder real y los privilegios parlamentarios.

Además se propuso extender a Francia a los que consideraba eran sus fronteras naturales, delimitadas por los Alpes, los Pirineos y el río Rin, que era lo que había ocupado anteriormente la Galia. Este objetivo se vio reflejado en su política exterior, que se caracterizó por una serie de guerras y tratados que buscaban expandir el territorio francés.

En el año 1648 logró terminar con la Guerra de los Treinta Años, celebrando el Tratado de Westfalia. Esta guerra había ocasionado la crisis financiera de Francia, lo que le obligó a tomar medidas que no fueron bien vistas por la población. Su gran enemigo fue Gastón de Borbón, Duque de Orleans, hermano menor de Luis XIII, que también conspiró contra Richelieu.

Sufrió el exilio en 1648, luego de la revolución de La Fronda (1648-1653) nombre que deriva de las hondas que usaron los insurrectos para arrojar piedras (frondeur significa hondero). Los nobles parisinos, rebeldes al pago de impuestos, y a la presión fiscal que implicaba la guerra de los treinta años, impuestas estas presiones a través de Particelli d’Émery, intendente de finanzas, se levantaron contra el rey y su corte. Al principio pudo controlar la revuelta, atacando el Parlamento parisino, pero el pueblo levantó barricadas, y la gran resistencia lo obligó a huir. Logró luego algunos triunfos pero fue desterrado en 1650, al ser vencido por las fuerzas comandadas por el cardenal de Retz. Pudo regresar en 1652, y reingresar nuevamente en la Corte un año después, triunfante, para proseguir con su obra.

En 1654, a pesar de que ya Luis XIV era mayor de edad, siguió ejerciendo importantes funciones de gobierno. Durante este período, Mazarino jugó un papel crucial en la formación del joven rey, enseñándole los entresijos de la política y la diplomacia. Su influencia en Luis XIV fue tal que, incluso después de su muerte, el rey continuó aplicando muchas de las políticas que Mazarino había instaurado.

Obtuvo el Rosellón, cuando en 1659, tras la paz de los Pirineos, triunfó sobre España, aliado con Inglaterra, Alemania y los Países Bajos. Esta victoria no solo expandió el territorio francés, sino que también consolidó la posición de Francia como una de las principales potencias europeas.

Falleció el 9 de marzo de 1661, en el castillo de Vincennes, al este de la ciudad de París, legando a Francia su cuantiosa fortuna. Por disposición de última voluntad ordenó fundar el colegio de Cuatro Naciones, llamado así pues allí recibirían educación sesenta miembros de la nobleza pertenecientes a las cuatro provincias que se unieron a Francia por el Tratado de Westfalia y los Pirineos (Alsacia, Artois, Piñerol y los condados catalanes de la Cerdaña y del Rosellón ), a ella también legó su Biblioteca. Ese colegio luego sería el Instituto de Francia. Su muerte marcó el fin de una era y el inicio de otra, con Luis XIV asumiendo plenamente el control del gobierno, dando inicio al período conocido como el «Reinado del Sol».