Historia
Inicio Argentina, Siglo XX El Partido Socialista en la Argentina

El Partido Socialista en la Argentina

Publicado por Hilda

Carlos MarxSURGIMIENTO DEL SOCIALISMO

Las ideas socialistas habían surgido en Europa, luego de que la Revolución Industrial sometiera a los trabajadores a un régimen de explotación inhumano, sujeto al rendimiento, y desvinculado de la calidad de vida de la clase obrera.

El socialismo se oponía al liberalismo y a la propiedad privada de los bienes de producción, bregando por su socialización.

Los primeros socialistas, fueron denominados utópicos, pues trataron de influir en la sociedad para dotar a la relación entre patrones y obreros de un contenido ético. Entre estos se destacó Saint Simon (1760-1825), que predicaba la idea de una colaboración mutua entre los dueños de las fábricas, a los que consideraba útiles y necesarios, y los que trabajaban en ella, con respeto y solidaridad. Consideraba que la sociedad estaba dividida en dos clases: los productores y los “zánganos”, que eran aquellos nobles o burgueses que no aportaban al proceso productivo, y vivían de rentas.

Charles Fourier (1772-1837) propició la creación de falansterios, formados por no más de 1.600 miembros, donde la propiedad de la tierra, de los bienes y el trabajo, se organizaran en forma cooperativa, compartiendo las inversiones y los beneficios. Un gran exponente de esta idea, y quien fue considerado el fundador del cooperativismo en Inglaterra, fue Roberto Owen (1771-1858) que llevó a la práctica estos cambios en su fábrica, donde se protegió a los obreros, limitando la jornada de trabajo a doce horas y se impidió el trabajo de menores. Hubo varios otros intentos infructuosos en Estados Unidos, Francia, Brasil, México y España.

A diferencia del socialismo utópico, el socialismo científico analizó la sociedad, la historia y la economía, encontrando entre ellas una íntima vinculación.

Csrlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895) fueron sus fundadores, sosteniendo que el motor de la historia, está constituido por la lucha de clases. De sus teorías nacieron dos grandes obras que ilustran sobre su pensamiento: “El Manifiesto Comunista” en 1848, y “El Capital” (1867-1894):

La burguesía dueña de los medios de producción se apropia de las ganancias, que aumentan considerablemente si entre los costos de producción reducimos las sumas que se pagan por salarios, cada vez más miserables. Con estas ganancias los patrones compran más máquinas, que ocasionan desempleo, al reemplazar la mano de obra humana. La reacción social de los obreros marginados conduciría a una revolución, a efectos de que los medios de producción fueran socializados, y el poder quedara en manos de una “dictadura del proletariado”.

Alfredo PalaciosEL SOCIALISMO EN ARGENTINA

Las ideas socialistas anclaron en Argentina a través de las ideas que llegaban a América por personajes destacados que las relataban como crónicas de sus viajes, pero luego arribó inexorablemente de la mano de los europeos que llegaban traídos por la inmigración.

En el año 1890, el Club Socialista Alemán Vorwärts, fundó el Comité Internacional Obrero, cuyas sesiones se iniciaron el 1 de mayo, agrupando aproximadamente a 2.000 trabajadores. Su medio de acción fue el diario por ellos creado, llamado “El Obrero”.

Dirigido por el médico Juan B. Justo, surgió el periódico “La Vanguardia” en 1894, comenzándose a organizar el partido. Primero estuvo integrado por representantes italianos y franceses de esas ideas, y luego se incorporaron miembros alemanes y el Centro Socialista Universitario. El primer secretario fue José Ingenieros.

El 13 de octubre de 1895, el Partido se reunió en su Primera Convención, que adoptó para el movimiento la denominación de Partido Socialista Obrero Argentino.

La consolidación del partido se produjo el 29 de junio de 1896, al reunirse su primer Congreso y aprobarse su Declaración de Principios, que tomaba su ideario del socialismo europeo.

Proclamaba la propiedad social de los medios de producción, estableciendo como medios de lucha del proletariado, el sufragio universal y los gremios o sindicatos. El texto original hacía referencia al empleo de otros métodos que las circunstancias exigieran, pero esto fue suprimido aceptando la lucha pacífica y democrática.

Los socialistas compitieron en las elecciones con programas de acción que contemplaban jornadas de labor de ocho horas, condiciones dignas de trabajo, impuestos diferenciales a los grandes propietarios, y a las herencias, se tendió a la separación de la iglesia del estado, el divorcio, y en un principio, pero luego fue descartado, la supresión del ejército y la entrega de las armas al pueblo. A semejanza sin embargo del liberalismo, condenaban los derechos de aduanas para proteger la industria local, pues los obreros estaban impedidos de conseguir productos importados baratos.

Eran opositores del radicalismo, por la presencia fuerte de líderes que asemejaban a los cuestionados caudillos.

Debe diferenciarse a los anarquistas de los socialistas, ya que los primeros negaban la lucha a través de los partidos políticos, a los que consideraban instrumentos del estado burgués. Su lucha trascendía las fronteras del propio estado ya que todo el mundo era una sola unidad política en busca de reivindicaciones iguales. No había para ellos nacionales y extranjeros, sino hermandad entre todos los hombres del mundo. Para el logro de sus objetivos el medio primordial era la huelga general, a través de los sindicatos. Los sindicalistas, los anarquistas y los socialistas, al principio, se unieron en su acción, pero luego los socialistas moderaron su actitud, actuando desde el Poder Legislativo para reivindicar los derechos sociales, lo que motivó la aceptación a ser aceptados en las candidaturas, ya que el socialismo, como movimiento subversivo era temido y rechazado. Así en 1902, se dictó La Ley de Residencia, que posibilitaba la expulsión del país de extranjeros con conductas delictivas, que motivó que muchos socialistas inmigrantes fueran deportados. En 1906, los sindicalistas revolucionarios abandonaron el partido.

SUS LOGROS

Los logros fueron obtenidos en la Capital Federal, no en el interior del país. En 1904, Alfredo Palacios fue el primer diputado socialista de los países de Sudamérica, electo por la circunscripción de La Boca, lugar habitado por inmigrantes residentes en conventillos. Al asumir se negó a realizar su juramento invocando a Dios y a los Evangelios. Presentó un proyecto, que obtuvo aprobación de descanso laboral para los días Domingos. Además inspiró la ley que reglamentó el trabajo de menores y mujeres.

Con la Ley Sáenz Peña, en 1912, Juan Bautista Justo y Alfredo Palacios ocuparon las bancas de diputados por la Capital. Esta situación se repitió en 1913, donde también ganaron un cargo de Senador. En 1914, fueron siete las bancas obtenidas en la Cámara de Diputados. Este triunfo movilizó a los adversarios políticos que temían por un predominio de ideas extremistas, frente a las del “hombre ilustrado”, denunciando que provenían de las ideas traídas por los inmigrantes. Sin embargo, el Partido Socialista, obtuvo en la Capital 48.500 votos, y los extranjeros nacionalizados eran menos de 18.000.

En 1915, Alfredo Palacios fue expulsado del Partido, y debió renunciar a su cargo. El motivo fue que retó a duelo, práctica considerada inmoral por su partido, a un legislador del radicalismo, Horacio Oyhanarte, que había agraviado a Juan B. Justo. Formó con sus seguidores el Partido Socialista Argentino, de poca trascendencia.

En 1928 se produjo la escisión del partido, formándose el Partido Socialista Independiente, aliado de conservadores y antipersonalistas, integrado entre otros, por González Iramain, Federico Pinedo, y Antonio de Tomaso, de efímera existencia, ya que fue disuelto en 1931. Tomaso consiguió ser Ministro de Agricultura de Agustín P. Justo.

En 1930, Alfredo Palacios se reincorporó al Partido. Entre los años 1930 y 1940, se formó una nueva división, el Partido Socialista Obrero, pero sin un programa claro. Un sector del socialismo apoyó a Perón en las elecciones de 1946. Alfredo Palacios se opuso fervorosamente a Perón.

En 1958, se realizó un congreso en Rosario que produjo una nueva fragmentación. El sector más cercano a la izquierda de ideas más extremas, donde se ubicaron Alfredo Palacios, Carlos Sánchez Viamonte y José Luis Romero entre otros, tomó el nombre de Partido Socialista, Secretaría Muñiz, que luego adoptó la denominación de Partido Socialista Argentino. El sector más moderado, integrado por figuras como Nicolás Repetto y Jacinto Oddone, tomaron el nombre de Partido Socialista, Secretaría Solari, para llamarse a posteriori, Partido Socialista Democrático.

La Ley 19.102, prohibió el uso del término “argentino” en la denominación de los partidos, por lo cual el Partido Socialista Argentino, tomó el nombre de Partido Socialista de los Trabajadores.

El Partido Socialista Democrático logró rearmarse luego del Proceso Militar de 1976, incorporando a su seno las distintas facciones.

Actualmente la mayor pujanza del Partido se encuentra en la provincia de Santa Fe, manteniéndose como partido dominante en la ciudad de Rosario, desde 1989.