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La guerra de los bóers

Publicado por Pablo

Sudáfrica durante la Guerra Anglo-BóerLos Bóers eran los colonizadores de habla holandesa que se establecieron, a partir de 1652, junto al cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. Era un pueblo dedicado a la agricultura y, en mayor medida, a la ganadería.

Esa afición suya al mantenimiento del ganado fue el germen de su expansión, y de los conflictos que de ella derivaron. Deseosos de encontrar nuevas tierras, se fueron trasladando progresivamente hacia regiones del interior. Este lento traslado les enfrentó, en diversas ocasiones, a los colonos británicos, generando un conflicto que con el paso de los años creció en gravedad e importancia.

En 1815, el Congreso de Viena asignó al Reino Unido la colonia de El Cabo, de forma definitiva. Gracias e ello se trasladaron a África del Sur numerosos grupos de colonos británicos, y con ellos llevaron su sabida tendencia a adoptar la ley común inglesa, así como la abolición de la esclavitud.

Estas migraciones masivas provocaron, a su vez, el traslado de los bóers que ya estaban asentados allí. En su mayoría, estos bóers se trasladaron al norte, y se establecieron en el Alto Orange. Muchos de ellos atravesaron el río Vaal.

Allí fundaron, respectivamente en 1852 y 1854, los estados autónomos de Orange y Transvaal. Pero en 1878, los ingleses se anexionaron este último territorio, provocando la sublevación de unos bóers que interpretaron aquel acto como un acto de desprecio y agresión hacia su autonomía en la región. Los holandeses derrotaron a los británicos en Majuba Hill (1881), y las cosas quedaron un estado de pacífica tensión durante los años venideros.

Sin embargo, la política racial de los bóers, su discriminación contra los extranjeros, y sobre todo, el descubrimiento de yacimientos de oro en Transvaal, fueron motivos suficientes para que los británicos miraran cada vez con mayor recelo a sus vecinos del norte. Las diferencias, cada vez más evidentes, desembocaron en la guerra anglo-bóer (1889-1902).

Transvaal y Orange declararon la guerra a los ingleses el 9 de octubre de 1889, con la esperanza de decidir su destino antes de que llegasen a Sudáfrica los ejércitos británicos enviados desde el Reino Unido, India y otras colonias. Junto con la guerra hispanoamericana, esta guerra anglo-bóer significó la manifestación más típica del imperialismo de finales del siglo XIX. Fue particularmente dura y, si bien se declaró terminada el 1 de septiembre de 1900, la lucha se prolongó hasta mayo de 1902 mediante las operaciones llevadas a cabo por comandos bóers, que hubieron de rendirse finalmente ante la manifiesta superioridad de su enemigo.

Fue el tratado de paz de Vereeniging, el 31 de mayo de 1902, el que declaró los dos estados bóers –Orange y Transvaal- oficialmente colonias británicas, aunque se les prometió el autogobierno y una indemnización para la reconstrucción de los pueblos destruidos durante la guerra.

El episodio marcó profundamente la política británica en la zona, que desde ese momento se encaminó a formar una federación entre las colonias de África del Sur. Concedido a los bóers el autogobierno, el Reino Unido firmó acuerdos para la unificación aduanera y ferroviaria, y aceptó el principio de que cada una de las provincias fuera libre de elegir y defender su propia política.