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Ruhollah Ayatollah Jomeini

Publicado por María Celia

ayatola-2.jpgRuhollah Ayatolá Jomeini, líder de la República Islámica de Irán entre 1979 y 1980, nació entre el 1900 y 1902, la fecha exacta se desconoce, en la localidad de Jomeini, anexándose el nombre de su lugar natal.

Descendiente de una familia con ascendencia profética, perteneciente a la rama chiita de la religión islámica, su padre, educado en la religión y respetado en su comunidad, falleció cuando Ruhollah contaba con cinco meses de vida.

De una larga tradición de ayatolás (“signo de Dios”), Jefe espiritual dentro del chiismo, Jomeini se inclinó desde pequeño por la vocación religiosa, alcanzando dicho nombramiento en 1961 y comandando el movimiento chiita islámico desde 1962. Esta rama del islamismo que sigue la tradición de Fátima, hija del profeta Mahoma y esposa del cuarto califa que, a diferencia de sunitas, considera la autoridad califal solo por la línea hereditaria, constituía una minoría dentro del Islam; tendencia que se revirtió en la figura del Ayatolá Jomeini, volviéndose popular tras el derrocamiento del Sha en 1979. Por los desacuerdos con este, pasó 18 meses en la cárcel, exiliándose luego, primero en Turquía, después en Irak (Najaf) y más tarde en Francia, continuando su política de confrontación.

La dinastía de Mohammed Riza Sha Pahlevi fue instaurada por su padre en 1925, debiendo abdicar en su hijo en 1941. Tanto Gran Bretaña como Rusia consideraron oportuno que el antiguo Sha se exiliara; su simpatía hacia el nazismo representaba un peligro si acaso decidía desligarse de la larga tutela mantenida por rusos e ingleses.

El Sha Riza mantuvo una política de apertura hacia Occidente, alineándose con Estados Unidos e Inglaterra una vez que la guerra finalizó. El rico suelo en yacimientos petrolíferos y su alineación con Occidente, al punto de entregar la explotación a empresas americanas, llevaron a serios enfrentamientos internos, aspirando, aquellos que estaban en contra de su política, la nacionalización del petróleo.

El conflicto se pronunció hacia 1973 cuando, debido a la crisis, hubo un recorte en el ingreso del petróleo, lo que ocasionó un estallido social respaldado por el chiismo. El 16 de enero de 1979 hubo un levantamiento liderado de Jomeini, apoyado por el pueblo, que derivó en el derrocamiento del Sha y la institución del chiita como líder religioso. Posteriormente, un referéndum declaró la República Islámica de Irán y al Ayatolá, líder político y espiritual vitalicio. En cuanto a las costumbres, se reinstaló la vigencia de la sharia (ley islámica). En relación con la política exterior, rompió con Estados Unidos, avaló el asalto a la Embajada americana el 04 de noviembre de 1979 y el secuestro de sus autoridades (que se mantuvo hasta 1981), llamando a todos los islámicos a levantarse contra el demonio americano.

Vale mencionar que para Jomeini, gran estudioso de la jurisprudencia islámica y escritor de cantidad de bibliografía, política y religión tienen un mismo punto de partida que es la ley islámica, no como un conjunto de reglas religiosas y morales, solamente. Esta ley indica cómo debe establecerse un gobierno justo, el manejo de las finanzas, las leyes y la yihad (lucha por la causa de Dios) que es el fin último del hombre y su felicidad.

Con Irak mantuvo una extensa guerra, confiando siempre en derrocar a su enemigo, Saddam Husein. Hacia 1988 y en contra de su voluntad firmó el alto el fuego. Murió un año más tarde.

La influencia de Jomeini no se limitó únicamente a Irán, sino que también tuvo un impacto significativo en la política y la religión de todo el mundo islámico. Su ideología, conocida como «Wilayat al-Faqih» o «Gobierno del Jurisconsulto», proponía que un clérigo islámico debía tener la autoridad suprema en el gobierno, una idea que sigue siendo central en la política iraní contemporánea. Este concepto fue fundamental para la creación de una teocracia en Irán, donde la ley islámica y la autoridad religiosa se entrelazan profundamente con el gobierno.

Además, Jomeini fue una figura polarizadora en la política internacional. Su vehemente oposición a Israel y su apoyo a grupos militantes como Hezbolá en Líbano, lo convirtieron en una figura central en la resistencia contra la influencia occidental en el Medio Oriente. Bajo su liderazgo, Irán se convirtió en un estado patrocinador del terrorismo, según Estados Unidos y sus aliados, lo que llevó a décadas de sanciones económicas y aislamiento diplomático.

La Revolución Islámica de 1979 también tuvo un efecto dominó en otros países de la región. Inspiró movimientos islámicos en países como Irak, Líbano y Arabia Saudita, y generó preocupación entre los gobiernos occidentales y los regímenes árabes laicos. La revolución demostró que un movimiento religioso podía derrocar a un régimen secular y establecer un gobierno basado en principios islámicos, cambiando así el paisaje político del Medio Oriente.

A nivel interno, Jomeini implementó una serie de reformas que transformaron profundamente la sociedad iraní. Estas incluyeron la nacionalización de industrias clave, la redistribución de tierras y la implementación de programas sociales basados en principios islámicos. Sin embargo, también se caracterizó por una represión severa de la disidencia, incluyendo la persecución de minorías religiosas y políticas, la censura de medios de comunicación y la ejecución de miles de opositores políticos.

El legado de Jomeini sigue siendo un tema de debate tanto dentro como fuera de Irán. Para algunos, es un héroe que liberó a Irán de la opresión y la corrupción del régimen del Sha. Para otros, es un dictador que impuso un régimen teocrático y represivo. Lo que es innegable es que su impacto en la historia de Irán y del mundo islámico es profundo y duradero.