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Carlos VIII

Publicado por Víctor

Carlos VIIICarlos VIII (1470-1498) fue el último descendiente directo de la casa de Valois, y reinó en Francia entre los años 1483 y 1498. Nació del matrimonio entre Luis XI de Francia y Carlota de Saboya, siendo el único hijo varón que sobrevivió a su padre. Nació en Chateau d’Ambroise, un castillo situado en el valle del Loira; los contemporáneos hablan de él como un niño débil, enfermizo, algo lento y poco dispuesto a las labores de Estado, a pesar de su buena voluntad.

Muy distinta era su hermana Ana de Beaujeu, que se ocupó, junto a su marido Pedro de Borbón, de la regencia abierta en 1483 a la muerte de Luis XI, merced a la situación de minoría de edad del heredero Carlos. Esta regencia, que se extendió hasta 1491, hubo de afrontar graves dificultades, especialmente por parte de la nobleza que había sido hábilmente sometida por Luis XI, y que resurgía envalentonada por su muerte. Los regentes se vieron obligados a sacrificar buena parte de los avances centralizadores de Luis XI haciendo concesiones a la nobleza, entre ellos el duque de Orleans, futuro Luis XII. Su jugada maestra será la de conseguir que Ana de Bretaña se casara con el futuro Carlos VIII, contra la radical oposición de la duquesa, a pesar de provocar un enfrentamiento con Austria e Inglaterra. Carlos estaba prometido a la hija de Maximiliano de Austria, Margarita de Austria, que venía acompañada de una dota consistente en Artois y Borgoña, pero que finalmente la Corte francesa cambió por anexionarse Bretaña.

La invasión francesa de Bretaña tuvo lugar en un momento en que los austriacos no podían ayudar, y habiendo convenientemente neutralizado a Inglaterra mediante la paz de Etaples (1491), en la que el rey inglés aceptaba el control francés de Bretaña a cambio del pago de una gran suma de dinero y la retirada del apoyo francés al pretendiente Perkin Warbeck de la corona inglesa. La resistencia de la duquesa Ana de Bretaña resultará inútil, y después de ser capturada, será forzada a casarse con Carlos VIII, boda a la que acudió con dos camas (Ana tenía entonces catorce años). La duquesa, a lo largo de su vida, intentará mantener la autonomía de su ducado bretón, lo que podrá hacer en mayor medida a partir de la muerte de su primer marido.

Casado con Ana en 1491, Carlos VIII inicia su breve reinado con rumores de guerra en Italia. No en vano, el Papa Inocencio VIII, con motivo de los altercados provocados por las ambiciones de Fernando I de Nápoles en Italia, solicitará a Carlos que haga valer sus derechos sobre el trono napolitano, expulsando a su detentador en ese momento. También el duque Ludovico Sforza envió a sus emisarios para invitar a Carlos sobre Italia, este en 1493.

Tomándose muy en serio la amenaza, Fernando I intentó entrar en negociaciones con sus rivales italianos, pero fue en vano, y la invasión francesa siguió inmediata. Poco después moría Fernando I, siendo su hijo Alfonso II quien enfrentaría a los franceses.

Habiendo asegurado su retaguardia firmando pactos con Inglaterra y Austria, Carlos VIII entró en Nápoles con un gran ejército, en buena parte mercenarios suizos, atravesando Italia y poniendo sitio a Nápoles en 1495. Alfonso II fue obligado a huir y Carlos se coronó rey de Nápoles. No obstante, los excesos de los franceses en Italia y el rápido y aplastante avance de Carlos asustaron a los señores italianos y al propio Papa, que inmediatamente empezaron a conspirar contra el nuevo rey de Nápoles. Formaron la Liga de Venecia, que se enfrentará a Carlos en Fornovo, cerca de Parma, donde los franceses fueron derrotados por una coalición respaldada por el Papado, Venecia, Milán, España, Inglaterra y Austria, y dirigida por el condottiero Francesco de Gonzaga, duque de Mantua. Derrotados los franceses, los aragoneses de Fernando el Católico aprovecharon para tomar posiciones en Nápoles.

Malherido anímicamente por la derrota, Carlos VIII se retiró para rehacer sus fuerzas y planear el contraataque. Las campañas se retrasaron a causa de los problemas económicos que atravesaba el tesoro francés, especialmente en los años 1494 y 1495. En los años siguientes fue incapaz de dar una respuesta proporcional a la liga que lo había expulsado de Nápoles.

En abril del año 1498 murió, como consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza. Tenía veintiocho años, y ninguno de sus siete hijos con Ana de Bretaña superó la infancia, yendo el trono a parar a otra rama de la familia Valois, los Orleans, en la figura de su primo Luis XII.