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Justo José de Urquiza

Publicado por Hilda

Justo José de UrquizaNació el 18 de octubre de 1801, en el Talar del Arroyo Largo, lugar cercano a la ciudad de Concepción del Uruguay (Entre Ríos). Era hijo del vasco Joseph de Urquiza, hacendado y funcionario público, y de la porteña Cándida García. En la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay cursó sus primeros años de escolaridad.

Entre los años 1810 y 1812 se trasladó con su familia a la Banda Oriental, para alejarse de los difíciles momentos de la guerra de emancipación que significaban cortar los vínculos con la Metrópoli española, con la que su padre se hallaba muy arraigado. Vuelto a Entre Ríos, continuó sus estudios, y en 1817, los intentó completar en la ciudad de Buenos Aires, en el Colegio San Carlos, aunque en 1819, este colegio cerró sus cursos y debió retornar al ámbito agrícola de su provincia natal, donde se dedicó a las tareas rurales con gran rédito económico. Sufrió el destierro en la provincia de Corrientes, cuando tomó intervención en el golpe militar contra el gobernador Mansilla.

En 1826, obtuvo una banca de diputado en la legislatura provincial, año en que se dictó la constitución unitaria, de la que fue ferviente opositor, ya que sus ideas eran de honda raigambre federal.

En 1832, realizó un acuerdo con el caudillo santafecino, Estanislao López, para designar a Pascual Echagüe, como gobernador de Entre Ríos.

En 1836, Rosas, gobernador de Buenos Aires, lo designó a cargo de la División Federal de Observación en la frontera de la Banda Oriental. Así se convirtió en aliado y brazo militar del régimen rosista, e intervino en las guerras internas uruguayas, apoyando a Oribe al igual que Rosas, mientras que Rivera era apoyado por los líderes unitarios.

Asumió como gobernador de la provincia de Entre Ríos, en 1841, siendo designado, además, Brigadier General del Ejército. Derrotó a Rivera definitivamente en la Banda Oriental, en la batalla de India Muerta, el 27 de marzo de 1845. Vuelto a Entre Ríos, venció a las fuerzas unitarias correntinas, logrando poner en el poder de esa provincia a su aliado político Benjamín Virasoro. Desde su cargo de gobernador entrerriano, en el que fue reelecto en 1845 y en 1849, fomentó la agricultura, la industria y el comercio, además de impulsar la educación gratuita, destacándose en este aspecto el establecimiento de la primera institución de enseñanza secundaria en el país, en la ciudad de Concepción del Uruguay.

Conjugaba las actividades económicas, primarias, secundarias y terciarias, sin desmedro de ninguna, incluso, aplicadas a sus propias explotaciones, donde se criaba el ganado, que luego se enviaban a los saladeros para su venta y comercialización.

Ejerció un poder personal, y caudillista, que saneó las finanzas entrerrianas, sobre todo por el comercio de carnes con la ciudad de Montevideo, que se realizaba a pesar de haberse establecido el bloqueo anglo-francés. Esto permitió a la provincia fortalecerse luego de su debilitamiento a causa de la Ley de Aduana que había dictado Rosas, que perjudicaba a las provincias del litoral, al igual que la inconvertibilidad de la moneda y el cierre de los ríos a la navegación extranjera.

Así se convirtió en enemigo de Juan Manuel de Rosas, que aunque federal, y habiendo luchado juntos, no compartía sus ideas de organizar constitucionalmente el país. El federalismo de Rosas, era de hecho y no legalmente establecido.

El 1 de mayo de 1851 realizó “El Pronunciamiento” contra Rosas, por el cual la provincia de Entre Ríos reasumía su soberanía. El 29 de mayo firmó una alianza con Brasil y Uruguay, que obligó a Oribe, aliado de Rosas, a levantar el sitio de Montevideo, y en la batalla de Caseros, ayudado por Brasil y Uruguay, el 3 de febrero de 1852, derrotó a Juan Manuel de Rosas.

Luego de la batalla de Caseros, trató de congraciarse con los federales rosistas, declarando: “no hay vencedores ni vencidos”. En abril de 1852, se firmó el Protocolo de Palermo, por el cual las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Buenos Aires, delegaban en Urquiza, hasta la reunión del Congreso Nacional, las relaciones exteriores. El 31 de mayo de 1852, se firmó el Acuerdo de San Nicolás, por el cual Urquiza fue designado Director Provisional de la Confederación, creada luego del Pacto Federal de 1831, y luego de dictarse la Constitución de 1853, por parte del Congreso Nacional reunido en Santa Fe, de acuerdo a lo previsto en el Acuerdo de San Nicolás, para todo el país, con exclusión de Buenos Aires, fue designado primer Presidente Constitucional. Se había cumplido su objetivo del que Rosas había sido un escollo: organizar constitucionalmente el país.

El cargo de Presidente de la Confederación Argentina lo asumió el 5 de marzo de 1854. Fue su vicepresidente, el Dr. Salvador María del Carril. La sede de su gobierno fue la ciudad de Paraná.

Propició la sanción de constituciones provinciales, en cumplimiento de sus convicciones federales. Promovió la agricultura y la inmigración europea, fundando colonias en Santa Fe y Corrientes, pero sobre todo en Entre Ríos, donde se destacó la colonia de familias francesas en Villa San José. Allí se erigió su famoso Palacio San José, atractivo turístico que puede ser visitado, donde pueden observarse lujos y comodidades, originales para la época, además de ser el lugar que guarda el recuerdo de su trágica muerte.

Las dificultades económicas, motivadas por la separación de Buenos Aires, que privaban a la Confederación de los ingresos aduaneros, motivó que debiera contraer empréstitos con bancos europeos.

En julio de 1856, se sancionó la Ley de Derechos Diferenciales, que favorecía a los productos que no entraran por el puerto de Buenos Aires, sobre todo al de Rosario, con descuentos en las tasas impositivas, que eran muy onerosas para los que entraran por el puerto porteño. Esto estimuló el contrabando por el puerto de Buenos Aires.

Su labor cultural fue muy fecunda, patrocinando la labor científica de investigadores extranjeros que decidieran radicarse en el país. Subvencionó a las provincias para que todas pudieran contar con escuelas de primeras letras, nacionalizó el Colegio de Monserrat, el de Concepción del Uruguay y la Universidad de Córdoba y fundó el Museo de Historia Natural, en Paraná.

En política exterior, reconoció la independencia de Paraguay y firmó tratados de amistad y comercio con Estados Unidos, Chile y Brasil.

Permitió la libre navegación del Río de la Plata y sus afluentes, a Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, por un tratado celebrado el 10 de julio de 1853, complementando el permiso que un año antes, por decreto, se otorgara, para la libre navegación del Paraná y del Uruguay a cualquier nación.

En mayo de 1854, Buenos Aires, que se había separado de hecho de la confederación el 11 de septiembre de 1852, aprobó su propia constitución. Su primer gobernador constitucional, fue el Dr, Pastor Obligado. En la renovación de autoridades de marzo de 1857, triunfó Adolfo Alsina, partidario de la segregación de Buenos Aires, lo que tornó mas hostil la relación entre Buenos Aires y la Confederación, dando orden Alsina a Mitre, de organizar a la provincia militarmente.

Luego de que los porteños asesinaran al gobernador de San Juan, Nazario Benavídez, Urquiza recibió la orden de incorporar a Buenos Aires, por cualquier medio.

Después de la batalla de Cepeda, en 1859, tras imponerse sobre las fuerzas de Mitre, se firmó el pacto de San José de Flores por el que se incorporaba a Buenos Aires, a la Confederación.

Urquiza fue sucedido en la presidencia por Sanitago Derqui, ocupando Urquiza nuevamente el cargo de gobernador de Entre Ríos.

No obstante, la batalla de Pavón, significó una nueva ruptura, y el triunfo de Mitre, en confusas circunstancias, ya que Urquiza, al mando de las tropas, aunque se hallaba distanciado de Derqui, abandonó imprevistamente el campo de batalla, trayendo como consecuencia la caída del presidente Derqui y la asunción de Mitre.

De regreso a su provincia natal, Urquiza disolvió la autoridad nacional residente en Paraná y Entre Ríos reasumió su soberanía provincial.

El disgusto de un cierto sector contra Urquiza, a quien acusaban de haber traicionado al federalismo por abandonar la lucha en Pavón, y de haber llegado a un entendimiento con Mitre y Sarmiento, fue sembrando el clima para que se produjera un atentado en su contra. Éste ocurrió el 11 de abril de 1870, cuando un grupo armado irrumpió en el palacio San José, donde había establecido su residencia, y lo asesinó ante la presencia de su esposa e hijas. Dos de sus hijos morían al mismo tiempo en Concordia, ciudad cercana, en la misma provincia entrerriana.

López Jordán, como consecuencia de una revolución que se propagó de inmediato, asumió el mando provincial, que Urquiza había detentado casi ininterrumpidamente desde 1841.