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Los pelasgos

Publicado por Hilda

Los pelasgos, nombre de origen discutido, ya que algunos opinan que significa “gente del mar”, otros “personas libres” y otros, “vecinos”, fueron los pueblos legendarios de procedencia indoeuropea que primitivamente habitaron Grecia, antes de la llegada de los helenos, que no hablaban griego sino lenguas inciertas según lo que dice el historiador Heródoto de Halicarnaso, que los considera que fueron griegos del Peloponeso, que fueron descendientes de Pelasgo, que habría sido el primer soberano de Pelasgia, de origen mitológico. Aparecen mencionados en la “Ilíada” de Homero donde los considera aliados de los troyanos, y en la “Odisea” aparecen como habitantes cretenses que hablan variadas lenguas.

No fueron los únicos que habitaban Grecia 7000 años antes de nuestra era, ya que también residían allí, los tirsenos, los carios y los etocretenses.

Era una sociedad matriarcal, pacífica y agrícola, que no conocieron el bronce, donde el padre no era reconocido, ya que creían que la mujer era fecundada por el viento, algún insecto u otras fuerzas naturales. Pelasgo, su rey les habría enseñado a fabricar sus chozas, usar las bellotas como alimento y la piel de los cerdos para vestirse.

Según Heródoto emigraron de su tierra original que era la “Argos aquea” hacia Tesalia, que en ese tiempo se llamaba Hemonia, desplazando a sus moradores. Al ser expulsados de allí se dispersaron por Creta, Lesbos, las Cícladas, etcéteras, algunos llegaron a Umbría (en Italia) cruzando los Apeninos, pero de allí los expulsaron los tirrenios.

Hacia el año 1900 antes de Cristo los aqueos, sometieron a los pelasgos, al invadir la actual Península de los Balcanes, dando inicio a la civilización micénica, con un gran cambio cultural a partir de la introducción del bronce y el patriarcado.

La cultura pelasga dejó una huella significativa en la arquitectura y la religión de las civilizaciones posteriores. Se les atribuye la construcción de murallas ciclópeas, estructuras megalíticas formadas por enormes bloques de piedra sin argamasa, que aún se pueden observar en varios sitios arqueológicos de Grecia y Anatolia. Estas murallas, como las de Tirinto y Micenas, son testimonio de su avanzada técnica constructiva.

En cuanto a su religión, los pelasgos adoraban a una variedad de deidades, muchas de las cuales fueron asimiladas por los griegos posteriores. Entre ellas se encontraba una Gran Diosa Madre, que simbolizaba la fertilidad y la naturaleza, y que más tarde se identificó con diosas como Deméter y Rea en la mitología griega. Además, se cree que los pelasgos practicaban rituales de culto en cuevas y otros lugares naturales, lo que sugiere una profunda conexión con el entorno natural.

La lengua de los pelasgos sigue siendo un misterio, ya que no han sobrevivido inscripciones que puedan ser descifradas con certeza. Sin embargo, algunos estudiosos sugieren que ciertos topónimos y nombres propios en Grecia y Asia Menor podrían tener raíces pelasgas. Esta teoría se basa en la comparación de estos nombres con lenguas indoeuropeas y no indoeuropeas conocidas.

La influencia de los pelasgos también se extendió a la organización social y política de las culturas que les sucedieron. Aunque su sociedad era matriarcal, con el tiempo, las estructuras patriarcales de los aqueos y otros pueblos indoeuropeos se impusieron, pero no sin dejar rastros de las antiguas costumbres pelasgas. Por ejemplo, algunos mitos y leyendas griegas conservan elementos de la antigua cosmovisión matriarcal.

A pesar de su eventual desaparición como entidad cultural independiente, los pelasgos dejaron un legado duradero en la región del Egeo. Su influencia se puede rastrear en la mitología, la arquitectura y las prácticas religiosas de las civilizaciones que les siguieron, lo que subraya su importancia en la prehistoria y la historia temprana de Grecia.