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El Reino de Pamplona

Publicado por Pedro

Escudo  AristaCon el nombre de Reino de Pamplona se conoce a la entidad territorial surgida en torno a la ciudad homónima y que se extiende temporalmente con aquella denominación entre los años 810 con el primer rey conocido, Iñigo Arista, hasta el reinado de Sancho VI el Sabio, de la dinastía Jimena. En el año 1162, durante el reinado de éste, pasa de denominarse Reino de Navarra.

Existen muchas lagunas en torno a los orígenes del Reino de Pamplona principalmente durante los siglos VIII y IX, motivado por la ausencia de fuentes contemporáneas. Ello repercute a la hora de conocer por ejemplo con exactitud la lista precisa de reyes y la extensión de sus dominios territoriales. Sin embargo es posible pese a todo, en el estado actual de los conocimientos, realizar una aproximación.

En su origen el Reino de Pamplona hay que buscarlo en la presencia continúa durante siglos de unos pueblos conocidos como vascones. Bajo este nombre los autores clásicos se referían a un conjunto de poblaciones que estaban establecidas en una franja comprendida entre los actuales territorios de Navarra, parte del País Vasco, noreste de Aragón y la zona central de la Rioja. Debido a la tibia influencia ejercida por las presencias romana y visigoda, en estas comunidades perduraron en su organización social estructuras gentilicias ancestrales sin una clara distinción social de clases. Sin embargo, paulatinamente veremos aparecer jefes militares que a la postre serán los fundadores de las familias que formarán la monarquía del Reino de Pamplona.

A diferencia del Pirineo oriental que durante los siglos VIII al IX se vio influenciado y controlado por el reino franco para contener las embestidas de la Córdoba musulmana, y donde se establece la Marca Hispánica, en el Pirineo occidental los vascones de Pamplona se mostraron siempre reacios a someterse tanto a los francos como a los musulmanes. Un ejemplo: en el año 778 tiene lugar la Batalla de Roncesvalles donde las tropas de la dinastía franca de los carolingios reciben una contundente derrota a manos con toda probabilidad de los vascones aunque se teoriza si fueron ellos solos o por medio de una alianza con tropas musulmanas. Este acontecimiento quedará inmortalizado en la Chanson de Roland, escrita en el siglo XI y que debido a su carácter literario y no contemporáneo a los hechos narrados contiene deformaciones notables de lo acontecido. Sin ir más lejos las tropas que se enfrentaron a los carolingios ya no son grupos de vascones sino musulmanes.

Durante el período de la invasión musulmana la ciudad de Pamplona fue conquista en diversas ocasiones entre ellas en los años: 718, 735, 738 y el año 860 por citar algunos casos. El motivo no era otro que su emplazamiento estratégico al sur de los Pirineos y puerta de entrada a la Aquitania franca.

Pero la progresiva desintegración de Al-Andalus y el imparable robustecimiento de los reinos cristianos en general, gracias al fenómeno de la repoblación, permitieron a la ciudad consolidarse como reino independiente. Con anterioridad al proceso de la decadencia islámica que se inicia en el siglo XI, jugó un papel de gran importancia la familia muladí de los Banu-Qasi. Esta familia que descendía del noble godo Casio y que se convirtió al Islam para preservar sus dominios, que abarcaban el valle del río Ebro, gozaron de un relativa independencia, pese a las relaciones de vasallaje que mantenían con los Omeyas de Córdoba, que les permitía establecer relaciones tanto amistosas como de enemistad con los incipientes reinos cristianos.

Dos dinastías alcanzan el poder en el Reino de Pamplona antes de pasar en 1162 a denominarse Reino de Navarra. La familia de los Arista-Íñiga y la familia Jimena.

La primera de ellas, Arista-Íñiga tuvo tres reyes el último de los cuales fue Fortún Garcés que en el año 905 es sustituido por el primer monarca de la dinastía Jimena. Durante el reinado de aquél, Pamplona sufrió el ataque de varias campañas militares orquestadas desde Córdoba con el apoyo de los Banu-Qasi que en muchas ocasiones se mostraron ambivalentes respecto a los reinos cristianos como ya hemos indicado. Estamos en este período ante un proceso de consolidación de la institución monárquica y el control de los territorios dependientes de Pamplona.

Sancho III el MayorPero será durante la dinastía Jimena cuando el reino pamplonés alcanza su mayor extensión territorial favorecida por las campañas militares y por una hábil política de enlaces matrimoniales con los nobles de los otros territorios cristianos del norte de la Península Ibérica.

Destaca sobremanera el rey Sancho Garcés III, El Grande. Reinó Pamplona entre los años 1004 y 1035. Después de la conquista del reino de León se autoproclamó “imperator totius Hispaniae”, título creado en León durante el siglo IX y que básicamente indicaba una supremacía del monarca pamplonés sobre el resto de los territorios cristianos.

La gran expansión territorial durante su reinado no puede separarse de la crisis y debilidad del Califato de Córdoba que se desintegrará al final del reinado de Sancho Garcés en los primeros reinos de Taifas.