Historia
Inicio México, Siglo XIX La conspiración de Querétaro

La conspiración de Querétaro

Publicado por Hilda

La conspiración de QuerétaroEl escenario de esta revolución fue México, más precisamente, Santiago de Querétaro, distante 221 kilómetros al noroeste de la ciudad de México, en ese momento integrante del Virreinato de Nueva España; y la motivación, el espíritu de libertad, iniciándose así la etapa independentista con respecto al dominio español.

La idea era sustituir a las autoridades virreinales por una junta que gobernara en nombre del cautivo rey español Fernando VII, preso de los franceses.

Entre sus líderes e integrantes podemos nombrar a Josefa Ortiz de Domínguez esposa del abogado, político y Corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez quien también tuvo una participación activa, siendo su casa la sede de los encuentros preparatorios clandestinos donde se simulaba que el objetivo de las reuniones eran encuentros literarios; a los militares Ignacio Allende y Juan Aldama, quienes conducirían las operaciones, al abogado y poeta Juan Nepomuceno Mier, a los comerciantes y hermanos Hemeterio y Hepigmenio Gonzáles, y al cura liberal Miguel Hidalgo y Costilla, quien lideraría a la masa popular.

Sin embargo, el 9 de septiembre de 1810, la conspiración que se planeaba para diciembre fue descubierta por la denuncia que realizó un empleado de correos, llamado José Mariano Galván, y muchos conspiradores de Querétaro fueron apresados, entre ellos, los hermanos Gonzáles, hallándose las armas que guardaban. Llegada la noticia a oídos del cura Hidalgo, por un enviado de Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio López; el religioso, lejos de arrepentirse, logró liberar a ochenta presos para contar con su ayuda y arengó al pueblo iniciando la revuelta con el “Grito”, llamada así a su proclama que dirigió desde el atrio de la iglesia, para convencer a la gente de luchar a favor del rey Fernando VII, el día 16 de septiembre de 1810, en Dolores (Guanajuato) en donde ejercía su ministerio. Su clamor radicaba en declarar la muerte al mal gobierno y vivar a Fernando VII.

Ofreció recompensas en dinero y exenciones tributarias y así logró reunir casi setecientos voluntarios a quienes se armó con machetes y lanzas, tomándose prisioneros a diecinueve españoles. En 15 días los reclutados llegaron a veinte mil, incluyendo los que procedían del los pueblos de Dolores, San Miguel el Grande, Salamanca, Guanajuaro, entre otros, bajo el emblema de la virgen de Guadalupe.

Hidalgo, ahora con el título de Generalísimo de América y con Allende como Teniente General se dirigieron a la capital del virreinato donde su avance fue interceptado por el general Torcuato Trujillo representante de las fuerzas virreinales. En el Monte de las Cruces, los rebeldes obtuvieron la victoria el 30 de octubre de 1810, sin embargo, Hidalgo decidió no ingresar a la ciudad de México, el 7 de noviembre son derrotados en Aculco, por fuerzas al mando del General Calleja. Los líderes revolucionarios se distancian y toman rutas separadas.

Calleja logra vencerlos en Puente de Calderón el 17 de enero de 1811. Los líderes revolucionaron fueron condenados y fusilados.