Historia

Eduardo VI

Publicado por Hilda

Eduardo VINació el 12 de octubre de 1537, en Hampton Court. Su padre, Enrique VIII, ansiaba su nacimiento desde muchos años atrás, para dejar a Inglaterra un sucesor. Había tenido dos hijas, de sus dos matrimonios anteriores, María, hija de Catalina de Aragón, de la cual se separó, rompiendo los lazos con el papado, que impedían su divorcio, e Isabel, hija de Ana Bolena, contra la cual descargó toda su furia, luego de que la pobre mujer abortara a un hijo varón, luego de tres frustraciones anteriores, acusándola de adulterio y ordenando su ejecución. Finalmente, tras contraer enlace con Jane Seymour, su sueño se vio cumplido con el nacimiento del tan esperado Eduardo, único reconocido como hijo legítimo. El 24 de octubre de 1537, el pequeño futuro rey de Inglaterra quedaba huérfano, al morir su madre como consecuencia de intensas fiebres derivadas del parto. Casi diez años después era designado duque de Cornualles (25 de febrero de 1547).

Fue educado con el mayor esmero, aprendiendo latín, griego y alemán, aunque su padre, temiendo por su vida, ya crecía muy débil y frágil, intentó tener más hijos varones, pero a pesar de contraer enlace tres veces más, falló en el intento. Su última esposa, lo reconcilió con sus hijas mayores, que fueron aceptadas en la sucesión, en grado posterior a Eduardo.

Aún no había cumplido Eduardo los 10 años, cuando el rey Enrique VIII falleció, el 28 de enero de 1547, asumiendo el cargo, el niño, con la ayuda de un Consejo de Regencia de 16 miembros nombrados por su padre. Cranmer, arzobispo de Canterbury, coronó al nuevo rey en la abadía de Westminster. El propio Eduardo elevó el número de consejeros a 26, y uno de ellos, el duque de Somerset, Eduardo Seymour, que era su tío, hermano de su madre, tuvo un rol destacado, como Lord Protector, ejerciendo de hecho el gobuerno del estado.

Para fines de ese mismo año, Eduardo Seymour invadió Escocia, tomando la ciudad de Haddington, alegando el no cumplimiento de los tratados de Greenwich de 1543, por los cuales María Estuardo de Escocia, debía casarse con Eduardo de Inglaterra en 1552, para unir ambos tronos en sus herederos. En 1548, la reina María I de Escocia, de solo cinco años se comprometió en matrimonio con el heredero al trono francés Francisco, lo que frustró las aspiraciones del duque inglés, al estar las tropas francesas custodiando Escocia.

El peligro francés y la caótica situación económica alentaron a la nobleza, dirigida por Thomas Seymour, a tratar de derribar del poder a su hermano, el lord Protector. Desbaratado el intento, Thomas Seymour pagó con su vida la osadía. Sin embargo, poco después ante la declaración de guerra por parte de Francia, Eduardo Seymour, fue reemplazado, por el conde de Warwick, John Dudley, que no fue nombrado como Lord Protector, sino que fue designado duque de Northumberland, logrando arribar a una paz con Francia.

Durante el reinado de Enrique VIII, Inglaterra se había separado de la autoridad del Papa, creando su propia iglesia, con motivo de no haber conseguido la anuencia papal, cuando el rey intentó anular su casamiento con Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena. Pero la clara adopción del protestantismo se produjo en esta etapa, donde comenzó una persecución a los católicos, y a los protestantes no anglicanos, y se eliminaron las imágenes de las iglesias. Los contenidos de esta nueva religión, próxima al calvinismo, fue incorporada en un libro publicado en el año 1549 llamado “Common Pryer Book”. Eduardo, además, realizó una amplia obra de caridad, creando orfanatos y hospitales.

A pesar de su juventud la salud de Eduardo VI era muy delicada, enfermándose de tuberculosis en 1550, como consecuencia de haber padecido antes sarampión y viruela, y había que pensar en su sucesión, que debía ser decididamente protestante, por lo que había que excluir del trono a las hermanas ilegítimas del rey María e Isabel cuyos derechos sucesorios el rey Enrique VIII había restablecido al final de su vida.

En medio de su delicada salud, Eduardo VI demostró una gran capacidad para el gobierno y la diplomacia. A pesar de su corta edad, tomó decisiones importantes que afectaron el curso de la historia de Inglaterra. Durante su reinado, se implementaron reformas educativas, se promovieron las artes y se establecieron leyes para mejorar las condiciones de vida de los pobres. A pesar de su corto reinado, Eduardo VI dejó una huella imborrable en la historia de Inglaterra.

Fue sucedido al morir, el 6 de julio de 1553, por su hermana mayor, María, a pesar de que la idea de la corte, y del propio rey antes de morir, era que asumiera Juana Grey, su prima, hija de Francis Brandon, a su vez hija de María Tudor, hermana de Enrique VIII; quien retuvo la corona solo 9 días, cuando María, el 19 de julio, logró apoyo de la población, que en su mayoría continuaba siendo católica. Sin embargo en su sangriento reinado, debió luchar contra la oposición de los nobles y burgueses anglicanos. Su primera medida fue detener a Juana, que murió ejecutada el 12 de febrero de 1554.