Historia

Ana Bolena

Publicado por Hilda

Ana BolenaNació aproximadamente en el año 1507 (No hay constancias parroquiales) en Rochford Hall (condado de Essex). Era hija del diplomático y favorito de Enrique VII, Thomas Bolena y de Isabel Howard, hija del duque de Norfolk.

Ana era una agradable jovencita, menuda, elegante, delgada y morena, muy afecta a las artes escénicas y a la poesía, que ingresó primero en los Países Bajos, como dama de compañía de la gobernadora, Margarita de Austria, a cuyo lado permaneció unos meses. En 1519, con 12 años, ingresó a la corte de Francia, acompañando como dama preferida, a Claudia, la esposa del rey Francisco I, en donde permaneció hasta 1521, adquiriendo el dominio del idioma francés, y de las nuevas ideas humanistas que exigían una reforma de la iglesia católica.

Vuelta a Londres, ingresó como dama de honor de la esposa de Enrique VIII, Catalina de Aragón. Conoció allí al rey inglés, cuando era amante de su hermana María, siendo ella aún una niña, pero ya deslumbró al rey y a la Corte en un baile de máscaras en 1522. Su hermana terminó en apariencia la relación con Enrique en 1523, cuando fue desposada por un joven noble, William Carey, aunque algunos sostienen que igual continuó siendo amante del rey.

En 1522, Ana mantenía una relación amorosa con Henry Percy, hijo del conde de Northumberland. No se sabe con certeza la causa por la que este noviazgo terminó en 1523. Algunos sostienen que por la oposición del padre del novio, y otros autores, por influencia del rey, que ya deseaba a Ana para sí.

Ana Bolena, a pesar de su origen noble, no era considerada una candidata adecuada para ser reina, debido a su estatus social y a su falta de linaje real. Sin embargo, su encanto, inteligencia y ambición la llevaron a ganarse el corazón del rey Enrique VIII. Su relación con el rey no fue bien vista por la nobleza y la iglesia, quienes la consideraban una intrusa y una amenaza para la estabilidad del reino.

Pronto se convirtió en el amor del soberano, resistiéndose en convertirse en su amante, surgiendo la idea de anular el matrimonio del rey con Catalina, para poner a Ana en ese lugar. La vida de Ana junto a Enrique, fue al principio venturosa y rodeada de lujos. Recibió el marquesado de Pembroke, y dio una conferencia en Calais (1532) que reforzó los lazos con Francia, estado que apoyó su matrimonio, casándose secretamente, y luego oficialmente el 25 de enero del año 1533.

Para legalizar la unión, el rey, en ese entonces defensor del catolicismo, solicitó al Papa la anulación de su anterior matrimonio, alegando que se había casado con la viuda de su hermano, aunque en realidad el motivo era que no le había dado un heredero al trono, sino una hija mujer, de nombre María, y Catalina ya había pasado la edad de poder concebir. El Papa se rehusó, bajo la influencia del emperador Carlos V, de quien Catalina era tía.

Enrique VIII se separó del Papa, y se convirtió en jefe supremo, no solo temporal sino espiritual, logrando anular su matrimonio, por intermedio del nuevo arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer, y casarse con Ana Bolena. Ésta fue una influencia muy grande en la creación de esta nueva iglesia de Inglaterra y sentar las simientes del protestantismo que luego aceptaría Inglaterra, bajo el reinado del futuro heredero del rey, pero no hijo de Ana: Eduardo VI. Los que se negaron a aceptar el Acta de Supremacía, que daba inmenso poder al rey de Inglaterra sin reconocer la autoridad del Papa, entre ellos, Tomás Moro, fueron ejecutados.

El deseo de tener un hijo varón siguió martirizando al rey, ya que de esta unión nació otra niña, que recibió el nombre de Isabel. Luego siguieron varios embarazos (alrededor de tres) que se frustraron por abortos espontáneos. Cuando Ana sufrió un nuevo aborto, exactamente el día en que fallecía la primera esposa del rey, el 29 de enero de 1536, éste comenzó a creer que su matrimonio engendraba la cólera divina. Acusaba a su actual esposa de haberlo conquistado a través de un embrujo, comenzando a hacerla a un lado. Mientras, el rey buscaba consuelo en los brazos de Juana Seymour, cuyo hermano fue aceptado en la orden de caballería, y no el hermano de Ana.

Acusada no solo de brujería, sino también de relaciones incestuosas con su hermano, Lord Roeford, algunos años menor que Ana, y de adulterio con cuatro miembros de la corte, fue encerrada en la torre de Londres, el 2 de mayo de 1536. El duque de Norfolk, tío de Ana, presidió el juicio que se le hizo por esos cargos, utilizándose pruebas no muy confiables como las de testigos que declararon merced a torturas. La condena fue adoptada por unanimidad, a pesar de que la imputada siempre argumentó su inocencia.

Todos los imputados, Ana, y sus supuestos amantes (el músico Mark Smeaton que fue el único que se declaró culpable luego de ser torturado, Henry Norris, Francis Weston, William Brereton y el hermano de Ana) fueron decapitados. Los amantes el 18 de mayo, y Ana, el 19 de mayo de 1536. Su muerte fue un evento trágico que dejó una huella profunda en la historia de Inglaterra. A pesar de su corto reinado, Ana Bolena cambió el curso de la historia, no solo por su papel en la formación de la Iglesia de Inglaterra, sino también por ser la madre de una de las reinas más famosas de Inglaterra, Isabel I.