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Las Batallas de La Tablada y Oncativo

Publicado por Hilda

Facundo QuirogaLuego de la Batalla de San Roque ocurrida el 22 de abril de 1829, donde el General José María Paz, venció con sus fuerzas unitarias a las federales del gobernador cordobés, Juan Bautista Bustos, éste se refugió en La Rioja, donde el Gral. Facundo Quiroga ejercía un amplio liderazgo desde Mendoza a Catamarca, y se dispuso ayudar a Bustos, para vencer al general Paz. Éste, instalado en Córdoba, logró sólo el apoyo de las clases más ricas, y aún cuando trató de presentarse como hombre con propósitos pacíficos, en misivas enviadas a las autoridades de La Rioja, San Luis y Mendoza, estas provincias se pusieron en su contra.

Ingresando por el sur de Córdoba, Quiroga, liderando las fuerzas riojanas, acompañado por Bustos y las fuerzas cordobesas, contando también con la ayuda de algunos mendocinos, catamarqueños y puntanos, con 4.200 hombres en caballería, y 800 infantes, logró tomar la ciudad, el 21 de junio, concentrando sus fuerzas en La Tablada.

Luego de avanzar durante la noche, al mediodía del día 22, las fuerzas de Paz, menores en número (1.700 integrantes en la caballería y unos 700 en la infantería) pero superiores en disciplina y aprovisionamiento bélico, vencieron a los federales, que sin embargo no se rindieron, y en la madrugada del 23 de junio, en una audaz y sorpresiva maniobra atacaron a Paz por la retaguardia, obligándolo a apostarse en el bajo, mientras Quiroga y sus hombres se pertrechaban en las barrancas, pero su flanco derecho fue atacado por Paz, quien también tomó la retaguardia enemiga, estando otra vez la victoria del lado de los unitarios. Paz obtuvo en Córdoba el cargo de Gobernador efectivo.

Las pérdidas de los federales, entre muertos y heridos, sumaron cerca de mil hombres. Más de cien prisioneros, fueron fusilados por el coronel Dehesa, jefe unitario, contrariando las órdenes de Paz.

Sin embargo, Quiroga no se dio por vencido, y nuevamente en los albores de 1830, intentó por el sur llegar a Córdoba, con casi 4.000 hombres. Ya había anticipado este ataque en una carta dirigida a Paz , fechada el 10 del mes de enero de ese año, donde declaraba la conveniencia de acabar con la guerra, que no parecía poder evitarse, ante el avasallamiento sobre las provincias, que querían imponer los partidarios del centralismo, con una batalla decisiva, que determinara quien era el vencedor, para que el derrotado aceptara tal situación, y evitar entonces, una guerra interminable. Esta vez contaba con la acción de las fuerzas de Villafañe que con 1.000 hombres intentaba arribar a Córdoba por el norte. Con fuerzas parejas a las de Quiroga, Paz le salió al encuentro, sin siquiera tomar en consideración a los mil hombres que ingresaban desde el norte.

Los unitarios se habían dividido en cuatro divisiones, comandadas cada una de ellas por los coroneles Gregorio Aráoz de La Madrid, Dionisio Puch, Videla Castillo y Juan Esteban Pedernera.

Quiroga bordeó por la derecha el río Tercero, y luego lo traspasó, para tomar el rumbo hacia la llanura o Laguna Larga de Oncativo.

No le fue difícil a los unitarios, vencer de nuevo a Quiroga, el 25 de febrero de 1830, en Oncativo, también conocida como batalla de Laguna Larga. Atacaron uno de los flancos, el izquierdo, y fraccionaron en dos, las fuerzas federales. Con los restos de sus tropas en caudillo riojano marchó vencido hacia Buenos Aires.

En el sector norte la situación no fue mejor. Villafañe, retrocedió ante el avance de Paz, que luego de derrotar a Quiroga, arremetió contra él. Por un pacto suscripto el 5 de marzo, Villafañe renunció al mando de las tropas, y abandonó la provincia.

Batalla de Oncativo

Eliminado Quiroga, creció la superioridad de Paz, quien desde Córdoba como epicentro, se dedicó a conquistar las demás provincias (ya tenía bajo su influencia a Tucumán, Salta y Catamarca) que constituirían la Liga del Interior.