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La Batalla de Adrianópolis

Publicado por María Celia

La Batalla de Adrianópolis se llevó a cabo el 09 de agosto de 378 (DJC) en la localidad que lleva su nombre, en la actual Edirne, Turquía.labatalladeadrianpolis3ho21.jpg

Ante la derrota de los visigodos por parte de los hunos, éstos buscaron asilo dentro del Imperio Romano, en la localidad de Moesia (al oeste de Adrianópolis, actual zona de los Balcanes). Si bien el Emperador Valente estuvo de acuerdo con la acogida de las tribus, existían romanos que estaban en contra de la continua afluencia de tribus bárbaras. En parte porque en ocasiones eran violentas y en parte porque ingresaban como federados al ejército, obteniendo la ciudadanía que, a partir del 286 bajo el reinado de Caracala, se daba a todos los habitantes del Imperio. De la misma manera, los bárbaros abrazaban el arrianismo, considerado una herejía, ya que el Imperio desde el 331 había adoptado el cristianismo tras el Concilio de Nicea.

Al momento del ingreso de los godos en el Imperio, el Emperador Valente preparaba un enfrentamiento en contra del Imperio Persa, y supuso que, una vez más, podría contar con la colaboración de las tribus que antiguamente habían colaborado con él.

Lo cierto es que los visigodos fueron explotados por los romanos; la zona de los Balcanes no era próspera económicamente, sí la vecina Tracia, rica en minas de oro y plata, región saqueada y disputada. La querella inicial se llevó a cabo entre Lupicino, funcionario romano, que no se privó de métodos corruptos para sacar ventaja de los bárbaros y Fritigerno, dirigente de los visigodos.

La situación de Roma distaba mucho de ser la prestigiosa de la época de República, estaba plena decadencia, en parte por las invasiones bárbaras y el choque de culturas producido, se habló del triunfo de la raza germánica como el gran promotor de la caída del Imperio Romano, y también por la decadencia moral de los romanos, la corrupción que provocó el adueñamiento de lo público como privado y el desprestigio de las antiguas instituciones sobre las que se había cimentado la gloria de Roma.

Este enfrentamiento derivó en el asesinato de Lupicinio por parte de su contrincante y el desencadenamiento de una de las guerras más terribles que azotó a los romanos en la que pereció el propio emperador.

El ejército bárbaro, liderado por Fritigerno , triplicaba y más al ejército romano, sumando a ello que había pedido la colaboración de otras tribus bárbaras, incluyendo sus antiguos derroteros, los hunos. Los primeros vencieron ampliamente y Valente resultó muerto.

La consecuencia directa de la derrota romana fue el vacío de un trono sin herederos, no había quien reinara en Oriente. Así es que el emperador de Occidente, Graciano, sobrino del muerto, designó a Flavio Teodosio (Teodosio I El Grande) como el futuro emperador de Oriente que fue coronado en el 379.