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El origen de las polis

Publicado por Hilda

las polisEn un espacio montañoso, de suelos poco fértiles, se desarrolló la civilización griega, que ocupó tres grandes regiones: la Grecia continental, las costas del Asia Menor y las islas del mar Egeo, territorios donde se fueron asentando tras sucesivas invasiones, siendo la última la de los dorios, hacia el año 1200 a. C. que tuvo como importancia fundamental, provocar las emigraciones en masa y el establecimiento de colonias en las islas y en las costas del Asia Menor, que aunque respetando moralmente a las metrópolis de donde provenían, eran políticamente independientes.

Los griegos se conocían a sí mismos como helenos, pues a pesar de habitar en territorios políticamente diferentes, se identificaban como integrantes de la Hélade, por descender todos de un antecesor común de nombre Heleno, forma masculina de la diosa luna, Helen.

Con la invasión de los dorios, que destruyeron los palacios micénicos, que se fusionaron con la población original y dieron lugar a desplazamientos, surgió la necesidad de buscar una nueva organización socio-política, que brindara mayor seguridad, surgiendo las polis o ciudades-estados, que nacieron en diferentes épocas, ya que mientras en algunas ya existían otros griegos estaban organizados en tribus.

Eran cada una independiente de la otra, con su propio gobierno, economía, culto, ejército y leyes.

Las ciudades-estados independientes o polis, eran muchas veces rivales entre sí, pero con un pasado en común dado por sus tradiciones, su lengua, a pesar de sus diferentes dialectos y sus dioses idénticos. Por ejemplo, el templo dedicado al culto del dios Apolo, congregaba, en la ciudad de Delfos, a todos los griegos de la Hélade. También los juegos olímpicos servían para reunir a todos los helenos, ya que el nombre de griegos, fue dado por los romanos.

Los juegos olímpicos, practicados desde el año 776 a. C. hasta el año 394 d.C. en que fueron abolidos por ser considerados paganos, por el emperador romano Teodosio I, se celebraban cada cuatro años, en la ciudad de Olimpia, en la Península del Peloponeso, cuyo estadio tenía forma de herradura alargada y podían ingresar hasta 40.000 personas, participando los varones, que lo hacían por su honor y en homenaje al dios Zeus. En este tiempo se suspendían los conflictos bélicos, y lograron tal importancia que sirvieron para medir el tiempo, contado por olimpíadas, a partir de la primera.

Eran competencias atléticas y rituales, que premiaban a los vencedores, convirtiéndolos en héroes, coronándolos con ramas de olivo. En ocasión de ganar el padre de Alejandro Magno, Filipo de Macedonia una carrera de carros, se lo conmemoró con el acuñamiento de moneda.

Las primeras competencias consistieron en carreras, y duraban un solo día. Luego comprendieron otras disciplinas, como boxeo, lucha libre, carreras de carros y el pentatlón, llamado así porque reunía cinco pruebas (salto en largo, lanzamiento de disco y de jabalina, carrera y lucha). Incluía competencias de poesía música y danza.

En un comienzo las polis, estuvieron gobernadas por monarcas, llamados basileus, elegidos entre los miembros de la nobleza, quien gobernaba con todos los poderes del estado, asistido por un consejo de ancianos, formado por representantes de la nobleza, pero luego asumió el poder, la nobleza terrateniente, que siempre disputó el poder del rey, ya que teniendo el poder económico, ansiaban también el poder político. Con esta adquisición se hicieron intocables, ya que poseían toda la autoridad, incluso la judicial, que les permitía interpretar las normas a su arbitrio, ya que no contaban con derecho escrito. El gobierno varió entonces de una monarquía a una oligarquía (gobierno de unos pocos).

Los nobles, eran personas que integraban familias poderosas, que justificaban su jerarquía, diciendo descender de un dios o un héroe, lo que les otorgaba una posición privilegiada en cuanto a la cantidad de tierras que poseían, criados y rebaños. Eran los únicos que podían contar con armas, ya que las espadas y puntas de lanza eran elementos muy costosos, por los metales que se necesitaban para su fabricación, lo que les permitió también controlar la defensa de las polis.

Buscando la protección de un dios común, los distintos núcleos poblacionales se fueron uniendo, buscando como centro de poder, un lugar, generalmente ubicado en la cima de una colina, donde construían la acrópolis.

La acrópolis era uno de los sitios más importantes de la polis, ya que era sagrado. Allí se hallaban los templos a sus dioses protectores. Además era la residencia de las autoridades, de las familias más importantes y servía como refugio ante posibles ataques, ya que era un lugar fortificado.

Otro lugar importante para la vida cívica de la comunidad era el ágora, plaza pública que servía de punto de encuentro de los ciudadanos para discutir temas importantes de la vida de la comunidad. En ella no participaban los esclavos ni las mujeres.

Junto a la acrópolis, vivía el resto de la población, integrada por artesanos y campesinos, estos últimos sometidos a la nobleza, a quienes debían prestar servicios personales y pagar tributos, originándose así una crisis social, que culminó en el siglo VIII, a. C. cuando los campesinos expusieron sus reclamos. Frente a esta presión interna, se dispuso la colonización de nuevas tierras, para instalar allí a los campesinos desposeídos y la redacción de leyes escritas. El gobierno quedó a cargo de los tiranos, que en la mayoría de los casos, contaron con el apoyo de la población. Eran líderes que asumían el gobierno para cumplir con un programa. Su fracaso fue el origen de los gobiernos democráticos.

Podemos concluir, que en general las polis evolucionaron políticamente, desde una monarquía, a una oligarquía, luego a una tiranía y culminaron en una democracia.