Fernando de Magallanes
Fernão de Magalhães nació en la ciudad de Oporto, localidad de Mactán, Portugal en 1480. 
Perteneciente a una familia de alta estirpe, estudió náutica y cartografía en Lisboa. Su época estuvo marcada por el descubrimiento y exploración de nuevos territorios y rutas de navegación.
Desde muy joven sirvió a la corona portuguesa, embarcándose por primera vez a los 25 años en una expedición hacia el Extremo Oriente, India, bajo las órdenes de Francisco de Almeida. Tras ésta, partió a Marruecos, esta vez bajo el ala del Duque de Braganza.
Animado por la idea de rastrear las rutas hacia Oriente, Magallanes llevó el proyecto a la corona portuguesa que lo rechazó en dos oportunidades. En consecuencia, decide probar suerte con la corona española, bajo el reinado de Carlos V o Carlos I de España.
En 1517 llega a la corte española, entonces alojada en Valladolid. Allí conoce a Beatriz Barbosa, hija de un alto funcionario sevillano, con quien contrae matrimonio y tiene un hijo, Rodrigo.
La iniciativa de Magallanes, encontrar un paso por el Atlántico hacia Oriente, es de vital importancia para España: Las Molucas, si bien dentro de su demarcación geográfica, ocupada y disputada por Portugal, tenia su recorrido por la costa africana que estaba bajo la dominación portuguesa. Hallar un camino navegando hacia el sur de la costa sudamericana podría asegurar la ruta del comercio de las especies a la colonia ibérica.
El 22 de marzo de 1518 se firman las capitularias con Magallanes. En función de éstas, sería nombrado adelantado o gobernador, reservándose el monopolio de la ruta descubierta por el transcurso de 10 años. Asimismo, preveía la ganancia de un quinto neto de la expedición, con el derecho, entre otros, a llevar mil ducados en mercadería por cada viaje realizado.
Acompañado por el astrónomo portugués Ruy de Baleiro y con el apoyo del obispo Fonseca, parte el 20 de septiembre de 1519 con una expedición dotada de doscientos treinta tripulantes y cinco naves: Trinidad, capitaneada por él mismo, Victoria, Concepción, Santiago y San Antonio. Hacia marzo de 1520 logran llegar a la bahía de San Julián, navegando por el Río de la Plata.
Le hábitat desértico y el hambre llevó a la tripulación a sentir un profundo descontento, parte de ella se rebeló con el objetivo de regresar a España. Aún así, el viaje continuó, pese a la insurrección de Quesada, al mando de la nave Concepción que relevó el mando de la San Antonio, rebelión que finalizó en la muerte de algunos miembros de la dotación y la condena a muerte de Quesada.
38 días demoró en atravesar el estrecho que posteriormente fue bautizado con el nombre de “Estrecho de Magallanes” en honor a su descubridor. Lo complicado de la travesía fue el terreno sinuoso y su forma laberíntica que hacía difícil su navegación. Cuando sale al Océano Pacífico, rebautiza éste con el nombre mencionado, llamado antaño “Mar del Sur” por Balboa. El calificativo de “pacífico” fue acuñado en virtud de lo calmo de sus aguas.
Magallanes logra llegar a las Molucas e inaugurar así una nueva ruta, descubre la Isla de los Ladrones, el archipiélago de las Filipinas y muere asesinado por los indígenas del lugar en 1521.
Con una sola nave, la expedición sigue su viaje al mando de Sebastián Elcano, primero en lograr la circunnavegación del mundo, arribando a Sevilla en 1522 junto con otros 17 tripulantes más.
