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Ramón Castilla y Marquesado

Publicado por María Celia

El Mariscal Ramón Castilla y Marquesado (Tarapacá 1797-Tivilichi 1867) fue un militar y político peruano, cuatro veces Presidente de Perú en diferentes etapas. Recordado por sus atributos humanos, y galardonado como uno de los ídolos peruanos, abolió la esclavitud, la pena de muerte y el tributo indígena.225px-ramoncastilla.jpg

Hijo de un argentino, Pablo Castilla y de Francisca Marquesado, genovesa, se enroló en el ejército realista en 1817, siendo apresado al poco tiempo y logrando escapar. En ocasión de la Independencia del Perú, se alistó bajo las órdenes del General José de San Martín.

Hacia 1839, bajo el gobierno de Agustín Gamarra, también militar involucrado en la lucha de por la Independencia, fue nombrado Ministro de Guerra y Hacienda.

Tras la muerte de Gamarra (1842), asume la Presidencia Juan Francisco de Vidal, mencionado como “el primer soldado del Perú” en virtud de su participación en la causa patriótica. Al poco tiempo, Manuel Ignacio de Vivanco intenta tomar el poder autonombrándose “Supremo Director de la República”. Es así como Marquesado forma alianza con Domingo Nieto, castrense peruano, y juntos vencen al gobernador de facto en Carmen Alto. El General Nieto asume la Presidencia pero fallece a los pocos meses, arbitrariedad que determina la llegada de Ramón Castilla al poder por primera vez: gobernará por un periodo corto en 1844 y luego, un año más tarde, asume nuevamente hasta 1851.

En esta época de formación institucional para América Latina, precedida por caudillos entre los que Castilla se pronunció como uno más de ellos capaz de estabilizar las luchas internas. Debió sofocar luchas civiles e insurrecciones destinadas a la toma del poder.

Durante su primer gobierno se ocupó de pertrechar el ejército, ya que los enemigos potenciales hacían necesario una milicia capaz de responder en caso de necesidad. Asimismo, durante esta etapa de dio inicio al pago de la deuda interna a los privados que habían colaborado en la guerra independentista. Alrededor de esta cuestión no faltaron escándalos: las cifras de devolución estipuladas por Castilla no fueron las mismas que manejó su sucesor, José Rufino Echenique, quien se hizo cargo de continuar con el pago de la deuda.

En 1854 El Mariscal protagoniza una rebelión que tuvo lugar en Arequipa , ocasión que establecerá el fin de José Rufino Echenique en la Batalla de Palma en1855 (Huancayo). En paralelo se da la proclamación de la ley que acordó el fin de la esclavitud. La liberación de los esclavos generó una revuelta interna entre los que estaban en contra, hacendados fundamentalmente, quienes no tardaron en organizarse alrededor de una junta presidida por Antonio Salinas y Castañeda, destacado hacendista y político local, para reclamar al gobierno el costo de la libertad de los hombres que poco antes constituían una mercancía.

En 1855 Castilla es electo Presidente Provisorio y estalla una guerra civil (1856- 1858). Tras la finalización de la revuelta, Castilla es ratificado en su cargo, esta vez, como Presidente Constitucional, cargo que ejerció hasta 1862.

Durante su segundo mandato, Castilla se centró en la modernización del país. Fomentó la educación, impulsando la creación de escuelas y universidades, y promovió la construcción de infraestructuras como carreteras y ferrocarriles. Además, estableció el primer código civil y penal del Perú, y promovió la inmigración europea para impulsar el desarrollo económico del país.

En 1860 proclama una nueva Constitución, fundacional en cierto sentido para Perú ya que su vigencia se extendió hasta 1920. De la misma manera, tuvo importancia su gestión como organizador del Estado, bajo su gobierno se dio inicio al sistema postal y las obras públicas con iniciativa estatal.

Finalizado su mandato, asume la Presidencia Miguel de San Román quien fallece a menos de un año de ser electo, circunstancia que implica el regreso de Castilla por cuarta vez a la jefatura de gobierno. Lo sigue Juan Antonio Pezet con quien no acuerda en cuanto a su política exterior, sobre todo en lo referente al intento español de recuperar las colonias americanas. Dicho pronunciamiento le vale el destierro y la encarcelación, aún así el presidente en función es derrocado.

Regresó a Perú y fue deportado a Chile por Mariano Ignacio Prado. Falleció el 30 de mayo de 1867 en tierras peruanas, regresaba a su país con el objetivo de tomar el poder.

La figura de Ramón Castilla y Marquesado sigue siendo objeto de estudio y admiración en la historia del Perú. Su legado como líder y reformador ha dejado una huella imborrable en la identidad nacional peruana. Su compromiso con la justicia social y la modernización del país, así como su habilidad para navegar en tiempos de crisis política, lo convierten en un personaje emblemático de la historia peruana.