Historia

Napoleón Bonaparte

Publicado por Hilda

Napoleón BonaparteEn 1794, el gobierno francés pasó a ser ejercido por un Directorio, compuesto de un Poder Ejecutivo, ejercido por cinco miembros, a partir de un golpe de estado realizado por los girondinos, apoyados por algunos jefes militares, que en realidad otorgó el poder al ejército.

El nuevo gobierno no fue aceptado por el pueblo que lo atacó junto con el palacio de las Tullerías, pero fue dispersado. Sin embargo, el Directorio fue perdiendo prestigio, sobre todo con las derrotas bélicas contra las monarquías extranjeras, que lo llevó a su decadencia y desaparición.

En ese contexto incierto para la política francesa, comenzó a vislumbrarse la figura de un general que se destacaba en el frente italiano, y resultó victorioso en su campaña a Egipto. Parecía la única solución posible para lograr la estabilidad en Francia. Se trataba de Napoleón Bonaparte, que había nacido en Ajaccio, Córcega, y que el 9 de noviembre de 1799, realizó un golpe de estado siendo nombrado Primer Cónsul de Francia, con carácter vitalicio, y en 1804, coronado emperador, en presencia del Papa, por decisión de un plebiscito.

En el ámbito interno, a pesar de ser un gobierno dictatorial, sancionó en 1804, el Código Civil, donde sentó ideas liberales, como el reconocimiento de los derechos de libertad, igualdad y propiedad. Este cuerpo legal fue preparado por comités de expertos bajo la supervisión de Jean Jacques Régis de Cambacérès. También se dictaron bajo su mandato, el Código Penal de 1810 y el Código de Comercio de 1807. En 1808 fue promulgado el Código de Instrucción Criminal, estableciendo reglas y procedimientos judiciales precisos en esta materia.

El gobierno local era desempeñado por prefectos y alcaldes, no elegidos por el pueblo, sino desde París.

Con respecto a los enemigos políticos que habían emigrado, les permitió regresar a Francia, si cambiaban de actitud.

Llegó a un acuerdo con la iglesia, firmando con el Vaticano, el Concordato. Este documento instituyó al catolicismo como religión oficial del estado francés, pero el control de las jerarquías eclesiásticas locales, quedaba a cargo del Estado.

Desarrolló una política imperialista, al modo del imperio romano, modelo que admiraba, derrotando a Austria, Prusia y dominando Italia. Dividió a los austríacos y a los sardos y los venció por separado. El fin de la guerra, documentada en el tratado de Campo Formio, entregó a Francia la orilla izquierda del Rhin y los Países Bajos austríacos, pasaron a ser franceses y se determinó la desaparición de la República de Venecia.

Si bien no logró quitar a Inglaterra el dominio de los mares, ya que sufrió algunos reveses, como cuando en 1798, fue derrotado durante su campaña a Egipto, al ser sorprendido por el almirante inglés Nelson en la batalla del Nilo, para impedir que las posesiones inglesas en la India se vieran amenazadas. Impuso a esa potencia, el bloqueo continental, por el cual todos los países dominados por Francia tenían prohibido comerciar con Inglaterra. La Paz de Amiens se firmó en 1802, por la cual, Francia conservaba muchas de sus ganancias e Inglaterra ejercería su dominio al otro lado del Canal de la Mancha. Sin embargo los conflictos se reanudaron en 1803. El 21 de octubre de 1805, se produjo la derrota francesa en la batalla de Trafalgar. En ella se enfrentaron las escuadras aliadas de Francia y España, al mando del almirante francés Pierre Villeneuve, asistido por el almirante español Federico Gravina contra la armada inglesa al mando de Horacio Nelson.

En 1808, invadió Portugal y España, pero luego fue derrotado en su campaña a Rusia, no por fuerzas militares enemigas, sino por el crudo invierno, que diezmó a las tropas. Esta derrota estimuló a las monarquías extranjeras a enfrentar las tropas napoleónicas que sufrieron una nueva pérdida, en 1814, que motivó la abdicación de Napoleón. Se le permitió conservar el título de Emperador y retirarse a la isla de Elba.

Luis XVIII, perteneciente a la dinastía de los Borbones, ocupó entonces el poder, hasta marzo de 1815, en que Napoleón retornó al gobierno. Cien días más tarde, fue derrotado definitivamente en Waterloo. Fue desterrado a la isla de Santa Elena, donde falleció en 1821.