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Emiliano Zapata Salazar

Publicado por María Celia

emiliano.jpgEmiliano Zapata Nació en Anenecuilco, Morelos, en 1879. Hijo de una familia rural de condición humilde pero con tierras propias y huérfano a los 16 años de edad, estudió en la escuela del pueblo y posteriormente, se dedicó al trabajo de la tierra. En 1906, ya con 23 años, asistió a una junta agraria en Cuautla, uniéndose a las protestas en defensa de las tierras por parte del campesinado y en contra de los terratenientes. Este hecho lo condenó a la leva, siendo obligado a alistarse en las filas del ejército de Porfirio Díaz en Cuernavaca. Allí se desempeñó como caballerango (término mexicano que designa al mozo o peón que se ocupa de los caballos), logrando destacarse por su destreza.

En 1909 fue electo como presidente de la Junta de Defensa de las Tierras de Anenecuilco, su pueblo natal. Es aquí cuando Zapata comienza a tener mayor protagonismo político en relación con la causa agraria. Junto a los campesinos organizados en comunidades, trabajaban la tierra en perfecto orden pero armados. El espíritu zapatista consistía en salvaguardar los derechos del pueblo sin negociar con los latifundistas los principios que regían su lucha.

En 1910 estalla la revolución y alentado por el Plan de San Luis, surgido de Francisco I Madero, quien alentaba al pueblo mexicano a levantarse en armas y a no aceptar la reelección de Porfirio Díaz, solicitando nuevas elecciones, se une al movimiento maderista con la expectativa de que, una vez que el conflicto concluyera, se repartieran las tierras, cosa que nunca sucedió. Es así como se aparta de éste, desconociendo su presidencia y pronunciándose en su contra.

Unido en la lucha con Francisco Villa, derrotado en 1917 por tropas de Carranza, Emiliano Zapata logró dominar la zona de Morelos, autogestionándose y ganando solidez administrativa. Fiel al Plan Libertador de los hijos del Estado de Morelos o Plan Ayala, Zapata defendió el derecho a la restitución de las tierras a sus verdaderos propietarios, los trabajadores, y se pronunció en contra de Madero, Victoriano Huerta y Venustiano Carranza, quien logró vencer al movimiento zapatista gracias a su superioridad militar y a sus fuertes ideales constitucionalistas, de tendencia liberal. Aun así, los logros llevados a cabo por los zapatistas fueron varios: eliminación de latifundios, los primeros bancos agrarios de México, relevancia de la vida del municipio mediante la participación , apertura de escuelas, etc., logrando en 1915 la promulgación de la Ley Agraria bajo el gobierno de la Convención. En el último de sus artículos dictamina que “(…) de conformidad con el decreto de 12 de octubre de 1914, se declaran en plena nulidad todos los contratos relativos a la ejecución de bienes pertenecientes a los enemigos de la revolución”.

En 1919, y fruto de una emboscada, el líder revolucionario fue asesinado en la hacienda de Chinameca, Morelos. La trampa fue organizada por Jesús Guajardo, militar de la Revolución Mexicana y hombre de Carranza, quien lo ascendió a General como recompensa a su labor.

La pérdida del General del Ejército Libertador del Sur, generó un profundo descontento, tanto en el pueblo como en ciertos sectores políticos. Fiel a sus principios y bajo el lema «¡Tierra, Justicia y Ley!», patrocinó los derechos del campesinado hasta su muerte.