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La Bandera de España

Publicado por Hilda

Bandera de EspañaCuando España formó parte del Imperio Romano, los legionarios usaron como símbolo los vexilos, estandartes estáticos, que tenían figuras de diferentes animales que distinguían los distintos ejércitos, que al unificarse adoptarse el águila como figura común. Los visigodos usaron insignias parecidas, y la bandera fue introducida recién por los musulmanes, que usaban para su confección telas, especialmente sedas.

La Cruz de Borgoña fue el elemento utilizado en los pabellones nacionales españoles a partir de 1506, bajo el reinado de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, Archiduque de Austria, que se destacaba sobre un fondo blanco. La Cruz de Borgoña era una variante de la Cruz de San Andrés, en forma de aspa, representativa del martirio que sufrió durante tres días ese santo, patrono de Austria, clavado a una cruz de esa forma. Felipe II sustituyó el fondo blanco por color amarillo.

El blanco volvió a usarse como fondo durante el reinado de los borbones, desde Felipe V. En él se estampaban las armas reales.

Carlos III (1759-1788) para distinguir la bandera de España de las similares, del resto de los estados borbones, que provocaba confusiones en tiempos de guerra, convocó un concurso donde seleccionó una para las naves de guerra, y otra para las civiles, entre los modelos presentados por quien estaba a cargo del Ministerio de Marina, Don Antonio Valdés y Fernández Bazán. El Real decreto del 28 de mayo de 1785 adoptó para los buques de guerra, de entre los 12 modelos presentados, tres franjas horizontales: las de los extremos de color rojo, cuyas medidas serían cada una de la cuarta parte del total, o sea que la franja del medio, de color amarillo, tendría un ancho de la mitad del total (doble del de cada una de las franjas rojas por separado). En esa franja amarilla se colocaría el Escudo se Armas (solo los dos cuarteles de Castilla y León), encima la Corona Real.

Las naves civiles ostentarían, sin escudo, los mismos colores, pero con más franjas. La franja amarilla central tendría un ancho de la tercera parte del total, mientras que las otras dos se subdividirían a su vez en dos partes del mismo ancho, cada una roja y amarilla. O sea, las franjas serían cinco: amarilla, roja (cada una de un ancho de 1/6 del total) amarilla central (1/3 del total), roja y amarilla (cada una de 1/6 del total). El motivo por el cual Carlos III seleccionó estos diseño fue que rememoraban las glorias españolas, descartando «todo perecedero signo de linaje”.

El uso de la bandera de los buques de guerra se extendió, a partir de 1793, a los puertos y fuertes de la marina. Este diseño se convirtió en bandera nacional a partir de la extensión de uso, a las fuerzas en tierra, decretada por Isabel II, el 13 de octubre de 1843.

El artículo 1 de la Instrucción sobre insignias, banderas, honores y saludos de la Armada, del 13 de marzo de 1867, estableció para los buques de la Armada y arsenales, así como para las plazas marítimas, una bandera de tres franjas: una ocupando la mitad, la amarilla central, abrazada por dos encarnadas, de un cuarto de ancho cada una, distinguiéndose en el centro, los escudos de Castilla y León y la Corona Imperial.

En 1931, la Segunda República Española, decretó el 27 de abril de 1931, un emblema de tres franjas horizontales de igual ancho, de colores rojo, amarillo y morado (de arriba hacia abajo) que ya había sido un proyecto que no había podido concretarse, en la Primera República.

La Guerra Civil que enlutó a España entre 1936 y 1939, no estuvo identificada con un único estandarte. Para evitar esta diversificación el general Cabanellas, Presidente de la Junta de Defensa Nacional por decreto del 29 de agosto de 1936, restableció la bandera roja y gualda.

Por decreto del 2 de febrero de 1938, y similar a lo que estableció un nuevo decreto sobre la reglamentación del uso y características del símbolo patrio el 11 de octubre de 1945, durante la dictadura de Franco, respetándose los colores, se varió fue el escudo, cuartelado, con el todo sobre el águila de San Juan, por ser el día de este santo el que fue coronada la reina Isabel de Castilla. El águila de San Juan, representativa del apóstol predilecto de Jesús, significa el enlace fiel de España a la religión católica. Se acompañaba de las flechas de Fernando de Aragón y el yugo de Isabel de Castilla. La divisa usada: “Una, grande y libre”

Por decreto de 21 de enero de 1977, durante el reinado de Juan Carlos I, el águila de San Juan apareció dispuesto a volar, sosteniendo bajo sus alas, las columnas de Hércules.

La Constitución española de 1978, se refiere a la bandera en su artículo 4, que en su primer inciso, adopta las tres franjas horizontales, roja, amarilla (del doble de ancho) y roja, sin referirse al escudo. En el inciso 2, reconoce la posibilidad estatutaria de que las comunidades autónomas, tengan en sus edificios públicos y actos oficiales, junto a la bandera española, sus propios distintivos.

En 1981, se estableció que el escudo estaría dividido en cuatro sectores, coronados, que simbolizan los reinos que conformaron España (El de Castilla ocupa el primer cuadro, el segundo, el de León, el tercero el de Aragón, y en el cuarto, los reinos de Navarra y Granada). Lo acompañan dos columnas de oro y palta (las columnas de Hércules). El lema: Plus ultra, que significa “Más allá”.