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Los Chiíes

Publicado por Hilda

ChiiesLos Chiíes son una rama de los musulmanes, cuyo nombre proviene del árabe, más precisamente del Corán, y significa Partido de Alí, cuarto califa, que creó esta segregación islámica. Alí ibn Abi Talib, era yerno y primo del profeta Mahoma, por lo que, apoyado por sus seguidores, se creía con derecho a acceder al poder tras la muerte del profeta. Esto no ocurrió y debió esperar tres designaciones antes de ascender al califato.

Bajo el liderazgo del gobernador de Siria, Muawiya ibn Abi Sufyan, los Omeyas, clan al que pertenecía Mahoma, acusaron a Alí de haber mandado matar a Otmán, su antecesor, también perteneciente a la dinastía de los Omeyas, iniciándose un largo conflicto, que dividiría a los musulmanes en chiítas, seguidores de Alí y sunitas, que agruparon a la mayoría de los musulmanes, y que consideraban que el califato debía ser ocupado por capacidad, mediante un acto de reconocimiento, y no directamente, por herencia de sangre. Además diferían en la interpretación del Corán, ya que los chiítas, aceptaban que además de la interpretación literal que son capaces de hacer los fieles, hay una esotérica que le corresponderá sólo a los imames, sucesores de Mahoma. Esta última interpretación no es aceptada por los sunitas. En el año 657, se produjo la batalla de Siffín, que enfrentó a ambas fuerzas en ese lugar, ubicado en la actual Siria.

Luego de tres días de lucha, los Omeyas ofrecieron someter la cuestión a arbitraje, supuestamente porque la batalla les era adversa. Las tropas de Alí se dividieron entre los que querían proseguir combatiendo y los que querían someterse a un dictamen arbitral. Alí tomó esta última postura y los disidentes conformaron una nueva rama que fue la de los jariyíes (el que se sale).

Tras el arbitraje, el califato quedó en poder del gobernador de Siria, y los musulmanes, divididos en tres grupos antagónicos. Alí falleció asesinado por los jariyíes en el año 661, y sus sucesores, Hasan y sobre todo, Husayn, trataron de luchar contra el poder de los Omeyas. En el año 680, se produjo la batalla de Kerbala, ciudad de Irak, cercana a Bagdad, donde Husayn y muchos de sus hombres fueron cruelmente asesinados.

HusaynLa tortura a la que fue sometido Husayn, cuya cabeza fue ofrendada al califa, en Damasco, significó para los partidarios de Alí, un reto para continuar con la causa.

La festividad de Ashura, conmemora año a año ese suceso, donde los fieles se infringen castigos corporales para recordar ese fatídico día.

A la muerte trágica de Husayn, sus sucesores, siguiendo las ideas de los sucesores de Alí, que consideraban el mando hereditario se transformaron en imames, palabra que significa “el que va a delante”, término también usado para el que dirige las oraciones en las mezquitas, pero en este caso referido a líderes o dirigentes.

Éstos no fueron reconocidos por el resto de la comunidad musulmana, y tuvieron destinos fatales. El séptimo de estos dirigentes, Ismail, desapareció, y se le dio a este hecho una explicación sobrenatural, por parte de los chiíes, considerando que subsistiría vivo y oculto para siempre, y por lo tanto quedaba cerrada la sucesión a su poder. Este grupo recibió el nombre de septimanos o ismailíes. Además, hay otras divisiones menores dentro de los chiítas.

Los que supusieron muerto a Ismail, aceptaron la dirigencia de sus descendientes, hasta que al llegar al número doce, tomaron una solución semejante a la de los septimanos, al aceptar en el año 874, que este imam desaparecido, también habría sobrevivido en forma eterna. Este grupo fue llamado, duodecimano.

Al estar vivos pero ocultos, la interpretación del Corán por parte de los imames, es realizada a través de los ulemas o mulás. El principal de los mulás se denomina Ayatolá.

La mayoría de los chiítas, que en realidad son la minoría musulmana, aproximadamente un 10 %, se sitúan principalmente en Irán, Irak y el Sur del Líbano. En sus gobiernos la política y la religión están unidas.

En Irak, al desmembrarse el imperio Otomano, Gran Bretaña ocupó el territorio y nombró a Faisal I (Faisal Ibn Hussein), perteneciente a los sunitas, rey de Irak. Su gobierno se desarrolló entre 1921-1933. La soberanía de Irak fue reconocida el 3 de octubre de 1932.

El gobierno sunita subsistió hasta la invasión de Estados Unidos, que entregó el poder a los chiítas, ante la mirada desaprobatoria de muchos de sus vecinos: Egipto, Jordania, Libia y Palestina, que no poseen población chiíta y tienen un gobierno sunita.

El 30 de enero de 2005, los chiítas obtuvieron en Irak, tras las elecciones, 140 escaños (bancas parlamentarias) de un total de 275, como integrantes de la Lista Sistani. Los chiítas fueron blanco de atentados en diciembre de 2004, en vísperas a las elecciones, en las ciudades de Nayaf y Kerbala.

Los atentados en Bagdad contra los chiítas, se siguieron sucediendo con frecuencia, luego de la intervención estadounidense en Irak.

En Kuwait y en Bahrein, los chiítas son casi la mitad de los habitantes, pero su situación es de inferioridad respecto al resto de la población.

En Arabia Saudita, los chiítas, que conforman el 15 % de la población, son considerados idólatras por los sunitas a cargo del poder, y brutalmente perseguidos.

El Líbano, perteneció al imperio Otomano y tras la Primera Guerra Mundial quedó bajo el protectorado de Francia, hasta 1944, en que fue declarado como estado soberano.

La legislación del Líbano impone que la presidencia del país debe ser ejercida por un cristiano, el cargo de Primer Ministro debe recaer en un suníh y el de Presidente del Senado, ser desempeñado por un chiíta. Si bien esto pareciera dar representación a todos los sectores en la esfera gubernamental, no hay duda que a los chiítas les reservaron un cargo menor en la toma de decisiones. Los conflictos entre chiítas y sunitas son reiterados.