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Independencia de la República Oriental del Uruguay

Publicado por Hilda

José Gervasio ArtigasEn la República Oriental del Uruguay, en ese momento denominada Banda Oriental del Río de la Plata, la población campesina, constituida fundamentalmente por indígenas y mulatos, se rebeló contra los realistas, influidos por la revolución de mayo, que había instaurado un gobierno criollo en Buenos Aires.

En las orillas del arroyo Asencio, el 28 de febrero de 1811, un puñado de no más de cien personas deseosas de emancipación, guiadas por Pedro José Viera y Venancio Benavídez, tras tomar las ciudades de Mercedes y Soriano, manifestaron públicamente, en el conocido “grito de Asencio”, su decisión de ser independientes.

El 18 de mayo de 1811, se enfrentaron las fuerzas uruguayas, al mando de Artigas, con las españolas, en la batalla de Las Piedras, que resultó victoriosa para la causa revolucionaria.

El virrey Elío solicitó ayuda a los portugueses. Manuel Belgrano se hallaba organizando una campaña con destino a la Banda Oriental, mientras Rondeau y Artigas sitiaban Montevideo. Enterado Belgrano de la ayuda portuguesa, decidió pactar con Elío, hecho que se produjo el 20 de octubre de 1811, por el cual Elío se comprometió al retiro de las tropas portuguesas y las fuerzas patrióticas fueron destinadas a contrarrestar el ataque realista que amenazaba por el norte. El pueblo oriental quedó muy desilusionado al ver frustrado su propósito, y siguiendo a su jefe, Artigas, se refugiaron hacia el oeste.

En febrero de 1812, nuevamente comenzaron las hostilidades. El general español Vigodet, apoyado por los portugueses, se enfrentó a las fuerzas de Artigas, que fue designado jefe de los orientales. Desde Buenos Aires, el Triunvirato mandó en aparente apoyo a Artigas, a Manuel de Sarratea, al frente de las tropas. Sin embargo la ineptitud de Sarratea en el campo militar, hace sospechar que la intención no era brindar un apoyo real, sino simulado, ya que en Buenos Aires crecía la sospecha de que Artigas se había aliado con Paraguay, contra Buenos Aires.

Los portugueses encontraron un escollo en su avance, debido a la intervención inglesa, gobierno del cual económicamente dependían y que veían contrarios a sus intereses la instalación portuguesa en el Río de la Plata. El 26 de mayo de 1812, se firmó un armisticio, por el cual Portugal abandonó la Banda Oriental.

En 1813, la Asamblea General Constituyente reunida en Buenos Aires, no determinó el número de representantes que enviaría el interior. El 3 de abril de 1813, Artigas reunió un congreso en Tres Cruces, para determinar el reconocimiento o no de la Asamblea. Se decidió aceptar la Asamblea siempre que Artigas fuera rehabilitado de las sospechas que existían contra su persona, y que la Banda Oriental contara con seis diputados.

La Asamblea no rechazó a los diputados orientales, pero sí sus poderes, conferidos de forma irregular, ya que no habían sido elegidos por voto popular. Reunido un nuevo congreso por Artigas en Capilla Maciel, el 8 de diciembre, donde el caudillo pretendió instruir a los designados, éstos reaccionaron creando un nuevo gobierno (un Triunvirato), que violentó a Artigas, quien se disgustó con el gobierno centralista de Buenos Aires, que atentaba con sus ideas de formar una confederación. No deseaba terminar con la tiranía de los españoles para reemplazarla por el poder tirano de Buenos Aires.

En enero de 1814, Artigas, que había sitiado Montevideo, luego de su distanciamiento con las autoridades del gobierno central, abandonó el intento, pero una escuadrilla, al mando de Guillermo Brown, luego de vencer en el combate de Martín García, bloqueó el puerto de Montevideo. Alvear, de tan sólo 26 años, fue designado jefe terrestre del sitio de Montevideo. Esto motivó que Vigodet aceptara negociar, entregando Montevideo a Buenos Aires, con la condición de que se aceptara la autoridad de Fernando VII, el rey español ya restituido en su trono. Alvear aceptó las condiciones al principio, pero luego la consideró rendida incondicionalmente, alegando que Vigodet no había ratificado la capitulación.

Artigas se transformó en el jefe oriental indiscutido, con influencia en Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe.

El proyecto de Artigas preveía una independencia total de las colonias y el reparto de tierras entre los pobladores rurales que carecían de ellas. Esto motivó la preocupación de los terratenientes tanto españoles como criollos, quienes veían a Artigas, como una amenaza a sus propiedades.

Calificado de traidor por el gobierno de Buenos Aires, mediante un decreto del 11 de febrero de 1814, en que también lo acusó infame, fuera de la ley, fue privado de sus cargos y se puso precio a su vida. Sin embargo, su poder crecía sin discusiones. Alvear intentó negociar con él, pero Artigas exigió la entrega de Montevideo.

Luego de tensas negociaciones, el 9 de julio de 1814, el Director Supremo Posadas se comprometió a desagraviar a Artigas y éste reconoció el Directorio y la Asamblea de Buenos Aires. Sin embargo muy pronto la lucha se retomó.

El 25 de febrero de 1815, Montevideo fue evacuada y durante el resto del gobierno de Alvear también se independizaron las provincias de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe, y Córdoba se hallaba bajo la protección de Artigas, que no cesaba de luchar contra el centralismo de Buenos Aires.

En 1816, se produjo una nueva invasión portuguesa a la Banda Oriental, donde Artigas rechazó la ayuda de Buenos Aires.

El 14 de enero de 1820, luego de la derrota de Tacuarembó, la Banda Oriental fue anexada a Portugal, bajo la denominación de Estado Cisplatino. Lograda la independencia de Brasil, pasó a depender de ese estado, el 18 de julio de 1821.

El 19 de abril de 1825, a cargo de Juan Antonio Lavalleja, desembarcan un grupo de hombres denominados los 33 orientales, a los que se unieron fuerzas patrióticas y populares, con el fin de sitiar Montevideo.

El pueblo fue convocado a una Asamblea en La Florida, que declaró a Uruguay como estado independiente, el 25 de agosto de 1825.

El 20 de febrero de 1827, se produjo una importante victoria patriótica frente a Brasil, donde los uruguayos, con apoyo argentino, lograron triunfar en Ituzaingó.

Por el tratado de paz firmado el 27 de agosto de 1828, los estados de Argentina y Brasil, renunciaron a sus pretendidos derechos sobre la Banda Oriental, promulgándose el 18 de julio de 1830, la Constitución de la República Oriental del Uruguay. Su primer presidente constitucional fue el general Fructuoso Rivera.