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Feargus O’Connor

Publicado por Verónica

oconnor.jpgFeargus O’Connor, hijo de Roger O’Connor, un irlandés unionista, nació en 1796. Cursó estudios en el Trinity College de Dublín.

Cuando tenía veinticuatro años, heredó una propiedad en County Cork. Aunque era protestante, O’Connor fue un propietario reformista que denunció y atacó.

En 1832 O’Connor’s participó en la rebelión en contra de los diezmos en Irlanda en la que fue arrestado, pero no enjuiciado. Ese mismo año, O’Connor, con la ayuda de Daniel O’Connell, el líder de los radicales irlandeses fue electo miembro del Parlamento por County Cork.

Tras su elección abogó por derogar el Acta de la Unión, abolir los diezmos y por instaurar el sufragio universal y el voto secreto.

Tras su rápida entrada a la Cámara de los Comunes, O’Connor luchó por suceder a O’Connell como líder de los irlandeses radicales. O’Conell se sintió traicionado y comenzó la enemistad entre ambos.

En 1835, O’Connor perdió su puesto como representante de County Cork, tratando de permanecer representando a la población de Oldham tras la muerte de su representante William Cobbett, pero O’Connor había perdido buena parte de los votos radicales. Sin embargo, los Tories le dieron su apoyo y permaneció en la Cámara.

O’Connor viajó por diversos puntos del país dando discursos en los que defendía la instauración de parlamentos anuales, el sufragio universal, el voto, la igualdad representativa entre otras cosas. El mensaje de O’Connor era particularmente popular entre los tejedores textiles, quienes sufrían graves problemas económicos desde 1830.

En noviembre de 1836, O’ Connor participó en la organización de la London Working Mens’ Association (Asociación de trabajadores londinenses) El siguiente año lo ocupó de organizar la publicación de un diario semanal The Northern Star, que apoyaba las reformas parlamentarias. El periódico resultó muy exitoso y para la primavera de 1839 ya tenía un tiraje de 48 000 ejemplares.

O’Connor comenzó a participar activamente del movimiento cartista, sin embargo, era un duro crítico de sus líderes, William Lovett y Henry Hetherington quienes invocaban a la “Fuerza moral”. O’Connor cuestionaba sus estrategias y comenzó a pronunciar discursos donde él hablaba de la muerte de la causa y prometía liderar al pueblo hasta la gloria o la muerte.

En un discurso en Manchester, O’Connor puso una fecha el 29 de septiembre de 1839 para ejecutar acciones violentas si el Parlamento no concedía a los cartistas los seis puntos de su Carta. Los discursos de O’Connor’s ofendieron a Lovett y a Hetherington, quienes excluyeron de su plataforma los mítines masivos organizados por la Asociación de Trabajadores Londinenses.

O’Connor respondió organizando un nuevo grupo cartista: la East London Democratic Association (Asociación democratica del Este de Londres) Los discursos y el periódico de O’Connor se volvieron más radicales y amanezadores, culpando a la Fuerza Moral cartista de los últimos fracasos del cartismo.

Cuatro meses después, fue detenido en York por la publicación de libelos sediciosos en el Northern Star. Se le encontró culpable y se le sentenció a ocho meses de prisión. O’ Connor continuo editando su diario desde su celda en la prisión y enojando a los demás cartistas al declarar en su periódico, en una nota a sus lectores, que desde septiembre de 1835 él había conducido al partido sin ayuda y en solitario.

Tras dejar la prisión en 1841, Feargus O’Connor tomó el control total de la National Charter Association (Asociación Nacional de Cartistas). Sus dolosos ataques en contra de otros líderes cartistas como William Lovett, Bronterre O’Brien y Henry Vincent, fracturaron el movimiento.

En 1845 lanza su Plan cartista de la propiedad, cuyo objetivo era captar suscriptores con cuyo dinero adquiría una extensa propiedad que podría dividirse en parcelas de tres a cuatro acres. Los que se suscribieran a su plan podrían obtener un terreno, O’Connor prometía que este esquema cambiaría la cara de la sociedad en un año y haría de Inglaterra un paraíso en menos de cinco años.

Para mayo de 1847, O’Connor había persuadido a más de 70,000 personas de pagar cerca de 100,000 libras esterlinas para adquirir un terreno en Heronsgate (renombrado O’Connorville) en Gloucestershire. El esquema de reparto de tierra de O’Connor’s fue un desastre y e 1850 la compañía estaba virtualmente en la bancarrota.

A pesar de su desastroso fracaso O’Connor continuo siendo una figura señera del cartismo, sin embargo en el Great Kennington Common Rally del 10 de abril de 1848, mostraba señales de desorden mental.

En su última petición, afirmó haber logrado cerca de seis millones de firmas, pero cuando fue examinada por el Parlamento, sólo un millón novecientos mil.

Sus críticos lo acusaron de destruir la credibilidad del movimiento cartista. La conducta de O’Connor se volvió cada vez más irracional y terminó recluido en un hospital para enfermos mentales donde murió, en agosto de 1855.